Por Fernando Caudevilla.
1.- ¿Qué es el «chemsex»?
El término «chemsex» define el uso de algunas drogas psicoactivas en contextos de tipo sexual, sobre todo en población homosexual masculina. El uso de algunas sustancias entre varones homosexuales constituye un fenómeno emergente sobre el que se discute en circuitos profesionales al menos desde 2012 pero que ha saltado a los medios de comunicación tras la publicación de un editorial en el British Medical Journal y el estreno de un documental.
Lo que define el «chemsex» de forma específica no son tanto las sustancias como la intención o el objetivo de su uso, es decir facilitar las relaciones sexuales, intensificar las sensaciones y/o prolongar su duración. Estudios recientes han identificado un grupo de sustancias y un patrón de consumo que son característicos, que se describen en los puntos siguientes.
2.- ¿Cuales son las drogas implicadas?
Consumir sustancias para incrementar el deseo, desinhibirse o facilitar las relaciones sexuales no es ninguna novedad. En este sentido elalcohol es, sin duda, la sustancia más asociada a este tipo de contextos. Pero en relación con el «chemsex» las tres sustancias que más se han asociado con el fenómeno son:
- Metanfetamina: (tina, meta, en inglés crystal, meth, ice…).: . Es un estimulante que puede esnifarse, fumarse en pipa o papel de plata o inyectarse por vía intravenosa. Es activo a pequeñas dosis (en torno a 10-15 mg) y sus efectos duran entre 6-8 horas. Produce sensaciones de energía y euforia y disminución de la necesidad de comer o dormir. Por sus efectos estimulantes incrementa la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y puede producir otros efectos adversos (mandibuleo, dificultad para orinar…). Puede producir dependencia psicológica de forma rápida. No debe confundirse con la MDMA (que también puede presentarse en forma cristalizada)
- GBL/GHB: (G, bote, chorri… También conocido como éxtasis líquido aunque no guarda relación con la MDMA). Es un depresor del Sistema Nervioso Central con propiedades estimulantes o afrodisiacas en dosis medias-bajas. Se utiliza siempre por vía oral. El GBL es el precursor legal del GHB y se diferencia de éste último por su olor y sabor nauseabundo. Su principal problema es el riesgo de sobredosis (es difícil calcular la dosis a ojo si no se conoce la concentración del contenido con certeza). AQUÍ hay información más detallada sobre esta sustancia.
- Mefedrona (4-Metilmetcatinona, Mefe): Es un estimulante sintético derivado de la catinona que puede esnifarse, utilizarse por vía oral o inyectarse. Los usuarios definen sus efectos a mitad de camino entre un estimulante clásico ( cocaína o anfetaminas) y el efectoentactógeno (buen rollo) de la MDMA. Al contrario que las anteriores es una nueva droga cuyo consumo empezó a detectarse a partir del 2008. Fue prohibida en 2010 y, posteriormente se han sintetizado análogos de legalidad y toxicidad indeterminada (4-MEC, 4-FMC…) que en ocasiones se venden como si fueran mefedrona.
Aunque la definición académica del Chemsex sólo hace referencia a estas tres sustancias, en la práctica también es frecuente el uso de otras como ketamina, MDMA, alcohol, cocaína, poppers… así como los fármacos para facilitar la erección (Viagra, Cialis…)
3.-¿Cuales son las motivaciones para su uso?
La motivación más evidente como con cualquier otra droga son los efectos placenteros, positivos o deseados: encontrarse más cómodo, tener menos inhibiciones, incrementar las sensaciones, buscar relaciones más intensas y/o prolongadas o la búsqueda de nuevas experiencias…
Algunas personas pueden utilizar estas sustancias para vencer sentimientos de vergüenza, complejos o problemas de tipo sexual, buscando reafimar su sexualidad, para tapar conflictos (asociados a la propia sexualidad, o al miedo al rechazo por infecciones como el VIH o la Hepatitis C…) . En estos casos la probabilidad de un uso problemático es mayor.
4.- ¿Es el «chemsex» un fenómeno exclusivo gay?
Pero ni siquiera puede afirmarse que el «chemsex» sea un fenómeno «exclusivamente gay». En estos mismos entornos el uso recreativo de drogas o determinadas conductas y prácticas sexuales están más normalizados y tienen unmenor estigma social que en el resto de la población. Así, podría ser que, simplemente, sea un fenómeno más visible que en otros sectores de la población.
Las únicas encuestas específicas hasta el momento se refieren a población gay en Londres aunque hay datos indirectos que señalan que el fenómeno aparece también en otras muchas grandes ciudades de Europa.
5.- ¿Cual es la forma de consumo?
Las sesiones de «chemsex» incluyen en ocasiones la práctica continuada de actividades sexuales durante muchas horas o incluso días, la búsqueda de multiples parejas sexuales a través de Internet y/o aplicaciones de movil(Grindr, Wapo, Scruff…) o el uso intravenoso de algunas drogas (metanfetamina o mefedrona). El enfoque sensacionalista de muchos medios de comunicación destaca estos elementos que, a nivel poblacional, sólo se presentan en una minoría dentro de una minoría de la sociedad.
6.- ¿Cuales pueden ser los riesgos de estas drogas?
Existen muchas formas distintas de vivir tanto la sexualidad como el uso de drogas y en principio todas son respetables mientras no afecten negativamente a otros. Utilizar drogas en contextos sexuales no es igual a tener problemas y los riesgos dependerán de factores relacionados con la persona, el patrón de consumo de la sustancia y el contexto. Muchas de las personas que utilizan dosis moderadas de drogas de uso recreativo de forma ocasional o esporádica y en contextos controlados no presentan consecuencias negativas de importancia derivadas de su consumo. Pero hay que tener en cuenta que las sustancias asociadas a las sesiones de «chemsex» tienen características que facilitan la aparición de problemas.
Algunas de las drogas utilizadas en sesiones de Chemsex pueden emplearse por vía intravenosa (mefedrona, metanfetamina). La inyección de drogas es la vía de administración más peligrosa y la que puede generar mayores problemas físicos, mentales o de adicción. En el caso de compartir jeringuillas existe riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.
7.- ¿Qué otros riesgos de tipo contextual hay que considerar?
Como señalábamos en el punto anterior, los riesgos no tienen sólo que ver con la farmacología de las sustancias y, en el caso del Chemsex, los factores de tipo contextual son particularmente importantes.
Algunas drogas pueden producir episodios de amnesia temporal. La falta de sueño facilita la aparición de episodios de “black-out”: la persona está consciente y actúa con normalidad pero después no es capaz de recordar nada sobre lo que estuvo haciendo durante un determinado periodo de tiempo. Ladisminución del nivel de consciencia que producen algunas sustancias (que va desde la somnolencia hasta el coma profundo) puede facilitar los abusos sexuales y sexo no consentido en determinadas circunstancias.
El Chemsex puede llegar a ser un problema grave que interfiera en su forma de vida. Para algunos individuos el sexo sin drogas deja de tener interés y sólo son capaces de relacionarse bajo el efecto de sustancias. Otras personas pueden tender a “perder el control” y practicar de forma compulsiva el uso de drogas y sexo, incluso a pesar de haber experimentado consecuencias negativas o problemas de salud.
8.- ¿Cual es la relación entre el chemsex y las infecciones de transmisión sexual?
En el año 2013 el 51% de los nuevos diagnósticos de VIH en España se registraron en población homosexual masculina. Es probable que las nuevas estrategias de tratamiento, que incluyen el uso de fármacos antirretrovirales de forma preventiva en personas VIH negativas, contribuyan a mejorar este panorama.
- La PEP (post-exposure prophylaxis) implica ofrecer medicación durante un tiempo limitado a personas VIH negativas después de haber tenido un contacto ocasional de alto riesgo. Sus indicaciones, eficacia y seguridad están ya establecidas y aceptadas por la comunidad científica.
- La PrEP (pre-exposure prophylaxis) supone el uso continuado de fármacos antirretrovirales en personas VIH negativas expuestas a prácticas de riesgo de forma habitual. Existen ensayos clínicos con muy buenos resultados, aunque existen controversias sobre su uso de forma generalizada (posibilidad de aparición de virus resistentes, efectos adversos, sostenibilidad económica entre otros)
En la actualidad el preservativo sigue siendo la herramienta más eficaz para protegerse de infecciones de transmisión sexual. No se trata sólo del VIH, sino además de otras infecciones como herpes genital, sífilis, uretritis, hepatitis… Algunas personas utilizan siempre preservativos, otras sólo lo emplean con desconocidos y algunas buscan de forma intencionada el sexo sin protección. Las motivaciones de las personas para escoger distintos niveles de riesgo son muy variadas, y las decisiones individuales en este sentido deberían tomarse de forma libre, consciente, reflexiva y con los mejores datos científicos disponibles. Desde una perspectiva sanitaria y con el grado de conocimiento actual, la PEP o la PrEP deberían considerarse como complementarias al uso del preservativo y no como una alternativa.
9.- ¿Qué medidas de reducción de riesgos pueden adoptarse?
Como señalábamos, existen una serie de riesgos derivados de las características farmacológicas de las sustancias implicadas. Pero otros factores tienen que ver con el contexto y la actitud de la persona y, por tanto, se puede actuar sobre ellos para conseguir un uso más seguro que sea a la vez más placentero.
- Mantener relaciones con personas a quienes se conoce previamente disminuye la posibilidad de tener problemas, sobre todo en determinadas prácticas que implican limitación física (bondage, ataduras, cuerdas, esposas…) o violencia física.
- Es razonable tomar una serie de precauciones mínimas a la hora de citarse con un completo desconocido. No se trata de caer en la paranoia sino de aplicar medidas de sentido común, como evitar lugares poco seguros o aislados. Es recomendable obtener un mínimo de datos (por ejemplo, contactando a través de WhatsApp o SMS), lo que facilitaría identificar a una persona en caso de problemas.
- Es importante pactar las condiciones sobre lo que se está dispuesto a hacer y lo que no, tanto en lo que tiene que ver con sustancias (tipo, vía de administración…) como en lo relativo a prácticas sexuales. Conocer cuáles son los límites de uno mismo y respetarlos.
- Sí se practica sexo en grupo con penetración anal, la persona que ejerce de activo debería cambiar el preservativo en cada cambio de pareja. Los consoladores y dildos también deben recubrirse con un preservativo. Existen lubricantes con base de agua, silicona o aceite, que son más o menos adecuados para cada tipo de práctica.
- Algunas drogas como la MDMA o la ketamina modifican las percepciones corporales de dolor, lo que puede facilitar lesiones en prácticas como el fisting o el uso de dildos de gran tamaño. Por el mismo motivo, el uso de anestésicos locales como la lidocaína o la cocaína aplicados directamente en el pene o el ano puede ser peligroso.
- En el Chemsex, “menos es más”. Las sesiones muy largas facilitan la aparición de efectos adversos tanto físicos como psicológicos, así como bajones más intensos y duraderos. Combinar sexo y drogas de forma habitual puede llevar también a la dependencia psicológica o a no disfrutar del sexo sin sustancias.
- Es fundamental conocer las características de cada sustancia: duración de los efectos, dosificacion, vía de administración, combinaciones potencialmente tóxicas … Si es posible, las sustancias deberían ser analizadas en un Servicio de Análisis de Drogas, lo que permite estimar purezas y descartar adulteraciones.
- En el caso de utilizar la vía intravenosa de consumo, es imprescindible conocer bien las técnicas de intención y en ningún caso compartir jeringuillas con otras personas.
10.- ¿Dónde puedo encontrar más información o ayuda?
El Chemsex es un fenómeno relativamente nuevo, existen pocos recursos específicos y un desconocimiento generalizado por parte del personal sanitario. A estos problemas hay que añadir la tendencia de algunos profesionales en emitir juicios de valor o moralizar sobre aspectos que tienen que ver con el comportamiento sexual o el consumo de drogas.
En España, ONGs como EnergyControl, AiLaket o Hegoak como proporcionan información objetiva y realista sobre drogas, desde una perspectiva de reducción de riesgos, además de contar con Servicios de Análisis de Drogas. Otras webs dirigidas al público LGTB como navegaseguro omasmorbomenosriesgos abordan aspectos sobre salud sexual con un enfoque parecido. En inglés, la página de referencia es chemsexsupport.com
Si necesitas una asesoría personalizada sobre este tema, crees que necesitas más información o sientes que el uso de drogas en contextos sexuales te puede estar causando de algún tipo de problema podemos concertar una cita presencial o a través de videoconferencia para valorarlo.