1º. ALACANNABIS, convoca la novena edición de la copa Alacannabis.
PLAZO
2º. El plazo de presentación de muestras comienza el 11 de enero del 2011 y finalizará el el 13 de abril del 2011.
CONCURSANTES
3º. Podrán presentarse al concurso toda persona física que pueda acreditar pertenecer a cualquier asociación cannabica inscrita en territorio nacional, grow shops y demás empresas afines.
CATEGORÍAS
4º. Se establecen tres categorías: Interior, Exterior y Haschis.
MUESTRAS
5º. Se concursará con flores hembras secas, sanas, sin semillas, ni muestras de hermafroditismo. Las flores deben estar manicuradas y libres de tallos, y a ser posible con un curado mínimo. Podrán ser rechazadas aquellas muestras que se encuentren en mal estado.
6º. Se presentarán las siguientes cantidades por categoría:
– Interior 12 gramos
– Exterior 20 gramos
– Haschis 3 gramos.
7º. Los cogollos deberán ser presentados en bolsas de 1 gramo cada una.
8º Las muestras se presentaran o enviaran certificadas y envasadas al vacío a la sede de ALACANNABIS C/ Antonio Trueba 19-21 03013 ALICANTE Martes y Viernes 21 hs a 24 hs .
PREMIOS
9º. Se establecen tres premios por categoría, 1º, 2º, y 3º. Los trofeos serán entregados en la fiesta de la novena copa alacannabis. La organización establecerá lo antes le sea posible los premios.
JURADO
10º El jurado constará de 3 personas de reconocido prestigio en la cata de la marihuana y del haschis y su decisión sera indiscutible.
GENERAL
11º. La mera presentación al concurso supone la aceptacion de todas sus Bases .
Reunión pública para presentar el CSC Grazalema el día 4 de mayo en la Casa de la Cultura de Grazalema a las 7 de la tarde.
Haremos un expuesto sobre el cannabis en su aspecto histórico; hoy en el mundo; en Europa; jurídico en España y el aspecto médico.
A continuación se explicará el proceso específico del club.
Añadimos más datos que vamos recibiendo en las que se incluye a dos personas que apoyarán con su presencia este acto.
Doctor Ricardo Navarrete Varo (International Association for Cannabinoids Medecines). Nos hablará del uso médico del cannabis.
Fernanda de la Figuera «Abuela Marijuana» (presidenta de honor de Arseca, Málaga) nos contará el historial del movimiento cannábico y de la evolución de las leyes en España.
Los Clubes Sociales de Cannabis en España son asociaciones de personas usuarias que se organizan para autoabastecerse sin recurrir al mercado negro. Se basan en el hecho de que el simple consumo de drogas ilícitas no ha sido nunca un delito en la legislación española. Aprovechando ese hueco legal, desde hace años existen clubes privados que producen cannabis para su distribución sin ánimo de lucro en un circuito cerrado de adultos previamente usuarios.
Desde su aparición, alrededor de 2002, los clubes han permitido que varios miles de personas dejen de financiar el mercado negro y conozcan la calidad y origen de lo que consumen, generando puestos de trabajo y recaudación de impuestos, y todo ello sin necesidad de denunciar los tratados de la ONU sobre drogas.
La ciudad holandesa de Utrecht quiere experimentar con un modelo parecido a los clubes sociales de cannabis españoles. Sin embargo, según el Ministro de Seguridad y Justicia, Ivo Opstelten, el plan no cabe dentro la actual política de tolerancia. La televisión holandesa habló con Martín Barriuso, presidente de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) en España.
La FAC rechaza las detenciones de miembros de Clubes Sociales de Cannabis (CSC) y exige la regulación clara del autocultivo.
La federación rechaza los intentos de mercantilizar los CSC y reclama al resto de asociaciones cannábicas que se impliquen en la defensa de la normalización del uso de la planta.
Rechazo rotundo a las detenciones
Ante la oleada de operaciones policiales contra asociaciones de personas usuarias de cannabis en distintos lugares del estado español, la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) desea manifestar su rechazo a la forma en que se están llevando a cabo muchas de ellas, ya que se están produciendo detenciones que consideramos desproporcionadas e innecesarias. No tiene sentido que se detenga a representantes de entidades legalmente registradas, cuyos fines han sido considerados legales y cuyo domicilio social es del dominio público. Si los tribunales desean esclarecer cualquier cuestión relativa al funcionamiento de estas asociaciones, se podría llamar a prestar declaración a las personas implicadas o solicitar la documentación que se considere necesaria, sin necesidad de poner entre rejas a personas cuyo trabajo es públicamente conocido y basado a priori en resoluciones judiciales favorables. Por ello, la FAC exige que se acabe inmediatamente con esta práctica abusiva.
La Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) considera que esta situación absurda, donde unas instituciones legalizan asociaciones que otras instituciones intentan clausurar, tiene su origen en la falta de una regulación legal clara al respecto. Nos parece incomprensible que, habiendo el Tribunal Supremo despenalizado el consumo de drogas ilícitas en fecha tan lejana como 1974 y existiendo una larga serie de autos y sentencias judiciales que afirman que la actividad de los Clubes Sociales de Cannabis no constituye delito mientras se respeten ciertos límites, a estas alturas ni el poder legislativo ni el ejecutivo hayan hecho nada para aclarar la situación, lo cual genera una inseguridad jurídica absolutamente inaceptable en un estado de derecho.
Por una regulación que evite la inseguridad jurídica
En consecuencia, la FAC exige una vez más una regulación clara del autocultivo individual y colectivo, incluyendo las actividades de los CSC, de forma que se sepan con claridad cuáles son los requisitos a cumplir y los límites a respetar, así como el establecimiento de mecanismos de control preventivos que permitan fiscalizar la actividad de los CSC sin necesidad de recurrir a operaciones policiales que pisotean los derechos y libertades de un buen número de personas, a la vez que suponen un coste innecesario para el erario público.
Desde la Federación de Asociaciones Cannábicas reiteramos la demanda de crear un registro específico de asociaciones para este tipo de entidades, donde se puedan auditar sus cuentas, así como la elaboración de un protocolo de actuación policial que incluya mecanismos de supervisión del cultivo y transporte de cannabis por parte de los CSC. Así se podría resolver cualquier duda sobre la legalidad o no de sus actividades sin necesidad de recurrir a mecanismos de control traumáticos y desproporcionados, como son las detenciones e incautaciones.
Despenalización sí, liberalización no
Desde la FAC defendemos una nueva regulación legal para el cannabis que incluya la despenalización total del tráfico. Consideramos que proporcionar cannabis a una persona adulta que lo demanda libremente no debe ser considerado delito, sean cuales sean las circunstancias en las que se produce dicho suministro. Nadie debería ser detenido ni mucho menos encarcelado por cultivar o distribuir cannabis, aún cuando sea con fines de lucro.
Ahora bien, la FAC tampoco apuesta por un modelo liberalizador donde la producción y distribución de cannabis se dejen al albur de los mercados capitalistas de corte neoliberal que dominan el comercio mundial, como sucede con alcohol y tabaco. Entendemos que un modelo de ese tipo, donde sabemos de antemano que el control quedaría en manos de grandes empresas mercantiles, es contrario a la defensa de los derechos y de los intereses de las personas usuarias de cannabis. Es por ello que reclamamos mecanismos legales que impidan la mercantilización del cannabis y eviten que la planta quede bajo el control de personas y entidades cuyo objetivo principal es el enriquecimiento a toda costa. Entendemos que la trasgresión de dichos límites legales debería sancionarse, pero siempre en el ámbito administrativo, sin intervención del derecho penal.
Contra la utilización interesada del modelo de club social
La FAC considera que junto con una mayoría de CSC que respetan los límites de la legalidad vigente, existen otros que, tras la fachada de una asociación, llevan a cabo actividades que van más allá de lo legal, entrando en ocasiones en conflicto con el modelo asociativo que propugnamos. En este sentido, rechazamos los intentos de diversas entidades mercantiles relacionadas con el cannabis, en especial bancos de semillas, de extender sus actividades comerciales a un ámbito que les es ajeno mediante la creación de asociaciones “afines” cuya autonomía de funcionamiento queda limitada por la dependencia económica respecto a personas y entidades cuyo “apadrinamiento” suena más bien a control.
La FAC no se opone al mecenazgo ni a la colaboración entre CSCs y empresas, pero no va a permitir que el modelo de Clubes Sociales de Cannabis, que va saliendo adelante paso a paso gracias al esfuerzo de cientos de personas usuarias durante largos años, quede pervertido por los intentos manipuladores de quienes se han mantenido al margen del activismo en los años más duros para desembarcar ahora en un intento de aprovecharse del trabajo de normalización de cientos y cientos de activistas y de organizaciones de usuarios. Ello sin contar el riesgo que supone para todo el movimiento por la normalización del cannabis la existencia de iniciativas que podrían estar vulnerando la legalidad (cuestión que deben dilucidar los tribunales) y empiezan a crear cierta alarma social. No permitiremos que unos cuantos individuos con afán de lucrarse y beneficiarse personalmente nos arrastren en su caída.
La normalización no puede ser tarea solo de la FAC
Por otra parte, la FAC quiere manifestar su malestar por el hecho de estar recibiendo numerosas críticas por nuestra defensa del modelo de Clubes Sociales de Cannabis desde ámbitos donde no se mueve un dedo para defender la normalización. En la FAC solo estamos una pequeña parte de las asociaciones cannábicas que existen en el estado español, a pesar de lo cual llevamos la mayor parte de la carga que supone luchar por un nuevo marco legal y acabar con el prohibicionismo.
Asociaciones con cientos de socios y con instalaciones con las que muchos grupos de la FAC no podemos ni soñar, nos exigen apoyo cuando sufren intervenciones policiales después de no haber hecho el más mínimo esfuerzo por defender al conjunto de personas que usamos y cultivamos cannabis. Se limitan a distribuir marihuana, a veces procedente del mercado negro, mientras nos dejan a la FAC la costosa tarea de defender los intereses comunes. La FAC es la única entidad que actualmente lleva a cabo actividades de lobby político para acabar con las multas por consumo y tenencia, para regular el autocultivo y para consolidar la realidad emergente de los clubes. La última ocasión fue la semana pasada, cuando nos reunimos con la delegada del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Nuria Espí, a la que reiteramos las tres reivindicaciones antes citadas. Mientras tanto, los que ahora reclaman solidaridad se dedican a publicitar sus actividades, de forma a veces irresponsable, sin invertir un euro de su presupuesto ni un minuto de su tiempo al activismo del que, cuando surgen los problemas, aseguran formar parte.
El prohibicionismo está muerto, aunque nadie tenga valor para enterrarlo
En estos días en que la Comisión de Estupefacientes de la ONU se halla reunida en Viena para reafirmar sus caducos e inoperantes principios prohibicionistas, desde la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) exigimos una regulación clara del cultivo y distribución de cannabis, basada en el respeto a los derechos de las personas usuarias, en la gestión democrática y transparente, y ajena a la manipulación de los sectores comerciales, así como el abandono de mecanismos de control represivos, con el fin de las detenciones y las incautaciones contra quienes consumimos, cultivamos o distribuimos una planta de uso milenario, bajo nivel de riesgo y creciente aceptación social.
Madrid, 24 de marzo de 2011
Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) fac@fac.cc www.fac.cc
“Nuestro cerebro reproduce internamente los acontecimientos sociales de manera similar a como si el propio individuo estuviera jugando no sólo su papel, sino el de aquellos con quienes se relaciona, con el fin de comprender mejor las mentes de los otros, sus estados emocionales, sus pensamientos e intenciones. Gran parte de esta forma de proceder ocurre inconscientemente, a pesar de lo cual nuestra vida, muchas de nuestras decisiones, nuestros actos más importantes, y también los más cotidianos, vienen determinados por esta forma de funcionar de nuestro cerebro”.
Manuel Loeches es responsable de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos.
Jueves, 31 de marzo de 2011, 20h
En Off Limits, C/Escuadra, 11, Lavapiés, Madrid, Tierra.
30 entidades legales defienden el consumo de la marihuana en Cataluña – Los Mossos detienen a nueve personas de tres asociaciones por tráfico de drogas
¿Es delito cultivar, vender y traficar con marihuana? Sí, lo es, atendiendo al artículo 368 del Código Penal, bajo penas de prisión de tres a seis años. ¿Se puede constituir una asociación que diga en sus estatutos que sembrará esta droga para su consumo? Sí, también es posible, según la fiscalía de Barcelona.
Con estos mimbres, la polémica de los límites está servida y trae de cabeza tanto a los Mossos d’Esquadra como a los dueños de las asociaciones que promueven el consumo de la droga en «espacios privados, de uso y acceso exclusivo para socios».
En Cataluña existen más de 40 entidades de este tipo, según la Federación de Asociaciones Cannábicas (aunque federadas solo están tres). En las bases de datos de la Generalitat constan unas 30 entidades o clubes que fomentan el estudio, la legalización, el uso o el consumo del cannabis. Ante cualquier actuación policial, las asociaciones se amparan en que están legalmente registradas. Los Mossos d’Esquadra, en que infringen la ley. A todo ello se suma el malestar de vecinos, que suelen padecer el trasiego de gente que acude a los locales.
En tre meses, la policía autonómica ha detenido a nueve personas de tres asociaciones (en Sitges y Barcelona) por tráfico de drogas. El último caso ocurrió el domingo. A la una de la tarde, varios agentes entraron en el número 57 de la calle de Guitard, en Les Corts (Barcelona): The Resin Club. Los mossos llevaban una orden del juzgado número 29 de Barcelona que les autorizaba a ello.
Allí encontraron 200 plantas de marihuana, 300 gramos de semillas y 200 gramos más de la droga preparada para ser vendida. La denuncia, anónima, provino de uno de los vecinos del inmueble, al que le llegaba el olor de las plantas.»Se oía toda la noche el motor que tenían para las plantas. Cuando se abren las ventanas, a ver cómo duermes», lamentó ayer Susana Camacho, de 67 años, portera del bloque de pisos de la calle de Guitard donde está el club. La mujer se quejó también del ir y venir de personas día y noche: «Se les oía charlar y con música hasta las tres de la mañana». Otra vecina, que prefirió no identificarse, aseguró que era evidente que se consumía droga en el club y que eso supone un pésimo ejemplo en el vecindario.
Desde el domingo, el presidente de la asociación, Aitor J., de 34 años, y dos mujeres, que vivían en el local y eran socias, Elisabeth M., de 32 años, y Line S., de 29, están detenidos. La entidad se publicita en Internet a través de su página web y consta en el registro de asociaciones de la Generalitat.
«El derecho de asociación es un derecho constitucional. Solo tiene un límite: que sus finalidades no sean ilícitas. Cuando se presentó la primera asociación que reconocía el consumo propio, se planteó una duda razonable, por eso se presentó a la fiscalía», explicó ayer Xavier Campà, subdirector general de Entidades Jurídicas del Departamento de Justicia. Campà admite «cierta contradicción» entre la ley y los estatutos de las asociaciones. «Por eso acudimos a la fiscalía», insistió.
El ministerio público fundamenta que por el hecho mismo de constituirse como asociación no están cometiendo un delito. «Pese a mencionarse fines y actividades que podrían plantear problemas de valoración penal, introducen, respecto a algunos de sus objetivos, matices que denotan la pretensión de armonizar las actividades proyectadas con criterios legales», recoge.
Pero incluye una clara advertencia: «Cualquier actividad que puediera llevar a cabo que incurra en las conductas tipificadas como delito en los artículos del Código Penal motivarán la correspondiente actuación policial».
El abogado de que defiende a las tres asociaciones intervenidas por los Mossos, Martí Cànaves, considera «desmesurada la acción policial». A su entender, no cometen ninguna ilegalidad porque «no hay consumo de terceras personas» dentro de las asociaciones. Se realiza un «cultivo colectivo de cannabis» con un uso «exclusivo para los socios», insiste, y explica que «deben inscribirse, abonar una cuota e informar del consumo que esperan hacer en los siguientes meses para abastecerse». La polémica está servida.
El periplo de una asociación cannábica.
– 15 de febrero de 2010: la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo presenta una solicitud de inscripción en el Registro de Asociaciones del Departamento de Justicia.
– 9 de abril de 2010: Justicia pide informe al Departamento de Interior, que afirma que el cultivo y el consumo son delito.
– 5 de mayo de 2010: la dirección de Entidades Jurídicas establece que hay una ilicitud penal en la actividad de la asociación y suspende el trámite de inscripción.
– 14 de junio de 2010: la fiscalía tumba el informe de los Mossos y da luz verde al registro de la organización.
– 19 de noviembre de 2010: la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo se registra oficialmente.
– 22 de enerode 2011: los Mossos d’Esquadra intervienen la sede de la asociación y detienen a cuatro personas acusadas de tráfico de drogas.
La asociación cannábica Resin Club ha calificado de desproporcionada e «ilegal» la actuación de los Mossos d’Esquadra al detener a su presidente y dos socias por cultivar 200 plantas de marihuana en un local del distrito de Les Corts de Barcelona.
En un comunicado, la asociación sostiene que tiene todos los documentos en regla y autorización para el ejercicio de sus actividades aprobada por la Conselleria de Interior, actividades recogidas en los estatutos de la asociación entre las que se encuentran «el derecho a tener un cultivo comunitario para consumo exclusivo de los socios dentro del local social».
La asociación ha argumentado que la intervención de los Mossos, que se produjo el domingo cuando el local estaba cerrado, se trató de «un despliegue más propio de actuaciones antiterroristas que de una intervención a un club cannábico».
Ha reclamado la puesta en libertad de los tres detenidos, así como la devolución de la documentación, el material y el dinero incautados, y de hecho, han solicitado un ‘Habeas Corpus’ al juzgado de guardia al entender «injustificadas» las detenciones.
El despacho de abogados que defiende el club ha señalado que es «incomprensible» la duración de las detenciones, puesto que ninguna de las tres personas han sido puestas a disposición judicial este lunes sin que exista ninguna razón que lo justifique.
Los Mossos d’Esquadra han informado este lunes de las detenciones tras realizar un registro el domingo, en el que intervinieron 200 plantas de marihuana, 200 gramos preparados para su consumo, una báscula de precisión, un libro de compra-venta y 2.500 euros.
Somos una asociación sin ánimo de lucro, en la que creemos que la política actual sobre drogas menosprecia los derechos humanos de los usuarios del cannabis, tratándose de consumidores que se ven obligados a acudir al mercado negro, lo que conlleva mezclarse en los círculos de marginalidad, delincuencia y criminalidad.
De sobra sabemos que todas las sustancias adquiridas de esta manera son fuertemente adulteradas,vendidas a excesivos precios y de mala calidad, lo que conlleva un serio riesgo extra para el usuario.
Con este modelo de club legal, pensamos que desaparecen todos los riesgos ya comentados, añadiendo que esta sustancia nunca llegaría a menores de edad, ya que una de las condiciones explícitas para ser socio es ser mayor de 18 años, e ir avalado por otro socio, evitando así uno de los problemas que tanto preocupa a la sociedad y por supuesto a nosotros.
Reivindicamos la legalización del cannabis, (mejor dicho) su normalización, despenalización y regulación
Desde A.S.U.C informamos verazmente sobre el cannabis y sus derivados, sobre sus beneficios y sus riesgos con claridad y seriedad.
Actividades en proyecto:
Copas cannábicas, conciertos, tertulias, asesoría legal y médica, manifestaciones, comunicaciones en prensa y radio, concursos…
Somos una asociación abierta a todo tipo de criterios e iniciativas
Un saludo desde A.S.U.C.
Direccción de contacto:
A.S.U.C c/ San José Obrero, 2 bajo 42004 (soria) asuc@hotmail.es
Las indicaciones terapéuticas son esenciales y permanentes, por lo que la cuestión a valorar se orienta a acreditar cualquier sustancia que, aliviando el sufrir humano y teniendo menos consecuencias negativas de las que se pretende eliminar
José Rosado* | Médico especializado en adicciones
El tema del cannabis se ha encontrado sometido a discusiones, a veces radicalizadas y enfrentadas, porque los argumentos ideológicos han contaminado un diálogo sereno y constructivo. También las experiencias personales y subjetivas deben ser sometidas a las verdades asumidas por la comunidad científica normalmente apoyadas en experiencias acumuladas, pruebas y estudios contrastados. El conocimiento claro, objetivo y verdadero de una sustancia nos ofrece una aproximación a su correcta utilización y la posibilidad de aprovecharnos de las propiedades beneficiosas para la salud. Ésta es la razón de insistir en una información que, matizando detalles, propicie una utilización de todo aquello querazonablemente nos ayude a aliviar el dolor, potenciar la esperanza y alegrar el ánimo, de tal manera que, al disminuir o anular ansiedades, miedos y temores, actúan directamente sobre estos síntomas . Si se dejan a su libre evolución, tienen la capacidad de condicionar una dinámica negativa de la patología.
La bondad o el peligro de una droga no está en la sustancia sino en la forma que la utiliza la persona; una droga será remedio o veneno dependiendo de su correcta indicación terapéutica y de su específica dosis. Así la cocaína (éster del ac. Benzoico y derivado del alcohol) pertenece a la familia de los anestésico locales como procaína, lidocaína, mepivacaína, bupicaína, tetracaína etc., de utilidad especial en muchas intervenciones quirúrgicas y rutinaria en los dentistas. También es el mejor antidepresivo que existe, aunque se debe valorar los efectos adictógenos, pero que puede ser de gran utilidad en enfermos crónicos, cáncer y cuidados paliativos. Las hojas de coca, en su contexto, alivian hambre, frío, enfermedades, penas y tristezas. La heroína es un agonista opiáceo y pertenece a la familia de los analgésicos más selectivos y potentes («es de dioses aliviar el dolor»). Es también el mejor antipsicótico. Sin morfina,el dolor seria un grave problema. Del alcohol nadie duda de sus cualidades como desinfectante, dietético y analgésico, e incluso creador de estados de conciencia gratificantes. El cannabis alivia los síntomas negativos de la quimioterapia y, al anular los vómitos y náuseas, crea las condiciones necesarias para aumentar el apetito y facilitar la absorción de alimentos. Al disminuir los estados de ansiedad, angustia y miedo, y favorecer un estado de conciencia desinhibido y gratificante, refuerza de manera singular el sistema inmunológico, con lo que contribuye en la lucha contra las células cancerosas y potencia las posibles curaciones. La succinilcolina o curare es el veneno más potente conocido y utilizado por los indios que impregnan las puntas de sus flechas para inmovilizar a los animales; de manera sistemática y necesaria se utiliza todos los días, a dosis de 75 a 100 mg., en todas las intervenciones quirúrgicas que necesitan de intubación endotraqueal. Son dosis que, sin el control del anestesiólogo, provocan una parálisis de los músculos respiratorios y una posible muerte. La familia de las anfetaminas también tiene sus indicaciones para algunas patologías, y así podríamos ensanchar la lista.
El estado de la cuestión se debe centrar en estudiar la sustancia, conocer propiedades y cualidades, contraindicaciones, reacciones adversas, interacciones e incompatibilidades, y valorar las indicaciones precisas y científicas, para utilizarlas en disminuir o suprimir el sufrir humano. Tenemos la obligación y el deber, por encima de otras consideraciones, de utilizar todo lo que sea capaz de aumentar la calidad de vida de una persona enferma, ya que esa misma calidad es un singular instrumento terapéutico para lograr una curación.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) hace más de una año que ha asumido la legalización terapéutica del cannabis; personas con esclerosis múltiple, los sometidos a quimioterapia, dolores neuropáticos, neuralgia del trigémino, etc. se están beneficiando de sus cualidades, pues con prescripción exclusivamente intrahospitalaria, y un seguimiento del especialista que lo prescribe, el complejo Hospitalario Carlos Haya dispensa el cannabis en presentación de spray, dosificado con pulverizaciones vía oral.
Las normas éticas, morales, son accidentales, y por eso transitorias, pero las indicaciones terapéuticas son esenciales y permanentes, por lo que la cuestión a valorar se orienta a acreditar cualquier sustancia que, aliviando el sufrir humano y teniendo menos consecuencias negativas de las que se pretende eliminar, pueda ser utilizada. También el aspecto legal debe ser secundario al terapéutico, pues lo legal no siempre es bueno, y lo bueno no tiene por qué ser necesariamente legal. Es el argumento y justificación por lo que solicitamos y pedimos la acreditación para la prescripción extrahospitalaria del cannabis.
*Firman también este artículo: Juan Jesús Ruiz, Daniel C. Rosado (médicos especializados en Adicciones) y Gema Fernández, psiquiatra.
Conocemos un proyecto que consiste en analizar drogas para conocer lo que contienen. Cualquiera puede mandar una muestra y te informan sobre su pureza o su adulteración.
Muchos de nosotros recordamos «La Clave» un programa de debate en TVE.
Datos de esta emisión:
Fecha: 19-03-1982. Debate sobre las drogas. Participan en el coloquio: Octavio Aguar (autor de ‘Drogas y fármacos de abuso’), Lucien Engelmajer (fundador de la asociación ‘El Patriarca’ de Toulouse), María Gutiérrez Cortines (vicepresidenta de la Asociación de Ayuda al Drogadicto de Valladolid), Miguel Ángel Ramón Caver (del Servicio Asistencial de Drogas), María Teresa Sánchez Concheiro (abogada), Martin Mitchison (psiquiatra del University College Hospital de Londres), José María Mato Reboredo (exjefe de la Brigada Central de Estupefacientes y vicepresidente de FUDID) y Antonio Escohotado (escritor).
Muchos de nosotros recordamos «La Clave» un programa de debate en TVE.
Datos de esta emisión:
Fecha: 19-03-1982. Debate sobre las drogas. Participan en el coloquio: Octavio Aguar (autor de ‘Drogas y fármacos de abuso’), Lucien Engelmajer (fundador de la asociación ‘El Patriarca’ de Toulouse), María Gutiérrez Cortines (vicepresidenta de la Asociación de Ayuda al Drogadicto de Valladolid), Miguel Ángel Ramón Caver (del Servicio Asistencial de Drogas), María Teresa Sánchez Concheiro (abogada), Martin Mitchison (psiquiatra del University College Hospital de Londres), José María Mato Reboredo (exjefe de la Brigada Central de Estupefacientes y vicepresidente de FUDID) y Antonio Escohotado (escritor).
El Tribunal Supremo (TS) ha absuelto a un ciudadano rumano, dedicado al menudeo de droga y al que la Policía sorprendió vendiendo una papelina de coca, porque la droga que suministraba estaba tan adulterada y era de tan baja calidad que no llegaba al límite mínimo para tener efectos «psicoactivos».
Así lo establece el Supremo en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe que revoca el anterior fallo de la Audiencia Provincial de Madrid que lo condenó a tres años de prisión como responsable de un delito contra la salud pública.
Los hechos se remontan a la madrugada del 18 de julio de 2008 cuando el acusado fue detenido por la Policía instantes después de vender una papelina de cocaína a un consumidor de esta droga.
La bolsita de coca pesaba 387 miligramos, una cantidad apreciable aunque muy adulterada, con solo el 11,7 por ciento de pureza, por debajo de la «dosis mínima psicoactiva» fijada por el Instituto Nacional de Toxicología en 0,05 gramos de sustancia pura.
«En este caso la dosis incautada era de 0,045 gramos, lo que sitúa a aquella claramente por debajo del umbral de toxicidad que permitiría considerar a la acción enjuiciada como de riesgo para la salud pública», añade la sentencia.
Por todo ello, el alto tribunal ha absuelto al acusado, en prisión preventiva por esta causa, al entender que la venta de una dosis tan baja de cocaína no puede castigarse como un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas.
Ya en el año 2004, el TS fijó en 50 miligramos de cocaína, diez miligramos de hachís y 20 miligramos de éxtasis las cantidades a partir de las cuales es delito traficar con esas sustancias al ser éstas las dosis mínimas que representan un peligro para la salud.
Según el Supremo esas cuantías sirven para unificar las decisiones de los tribunales a la hora de determinar a partir de qué cantidad de droga se puede imponer pena de cárcel, aunque matiza que se trata de cifras de «simple referencia», susceptibles de «cuantas matizaciones pueda aconsejar el caso concreto».
Así, afirmaba que aunque se trate de la transacción de una papelina con «escasísimo porcentaje activo», existen personas como niños, enfermos o mujeres embarazadas de menor resistencia a la toxicidad de las sustancias estupefacientes.
Añadía además que también debe tenerse en cuenta que, aunque las dosis ingeridas puedan afectar mínimamente a la salud, el propósito de los vendedores podría estar dirigido a «iniciar a los neófitos en el consumo», consiguiendo a medio plazo un grado de dependencia a las drogas.
Los miembros de la Junta Directiva del Private Cannabis Club han sido llamados a declarar como imputados de un delito contra la Salud Pública por parte del Juzgado Número 3 de Torrejón de Ardoz.
La citación a declarar es el día 31 de marzo a las 10 de la mañana en el Juzgado nº3 de Torrejón.
Creemos importante que todos los miembros del club, simpatizantes y aquellos medios que apoyen la causa cannábica acudan a estos juzgados para hacer presión frente a este requerimiento judicial.
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