Un estudio del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada realizado en el Rif del Norte de Marruecos, demuestra que el consumo de cannabis mejora la nitidez de la vista, permitiendo ver en la oscuridad
Los investigadores han comprobado que su ingesta provoca la dilatación de las pupilas y barajan la posibilidad de que pueda afectar directamente a los procesos fisiológicos de la visión
El Departamento de Fisiología de la UGR está probando su combinación con la vitamina A, principal elemento implicado en los procesos de pérdida de la vista
C@MPUS DIGITAL Este proyecto internacional está coordinado desde el Departamento de Botánica de la Universidad de Granada por los profesores Joaquín Molero Mesa y Abderrahmane Merzouki. A raíz de unas investigaciones para el conocimiento del cáñamo en el norte de Marruecos (biología, composición y etnobotánica), se inició este estudio que, por el momento, se ha visto materializado en un artículo científico en la revista Journal of Ethnopharmacology en el que se notifica que el consumo de cannabis mejora la visión en situaciones de total oscuridad.
El equipo investigador comprobó que en la costa mediterránea del Rif los pescadores realizaban su trabajo nocturno sin ninguna dificultad, incluso en noches cerradas. Ellos mismos indicaban que su buena visión era debida al consumo de cáñamo. Ya en 1991, el doctor norteamericano West comprobó que pescadores jamaicanos que habían consumido cannabis eran capaces de ver y navegar a través de peligrosas barreras de coral en la oscuridad de la noche. Pero no continuó con el tema.
Se trataba del mismo fenómeno que observa Merzouki en 1992 en el norte de Marruecos y del que, junto con Molero, hace referencia en una publicación sobre el uso terapeútico tradicional del cannabis, en 1999. Los oriundos tenían la posibilidad de ver en la oscuridad, fumando previamente kif, una mezcla de hachís marroquí con tabaco. Cuando la noticia llega a oídos del doctor estadounidense Russo, partidario de prevenir y paliar enfermedades con el consumo de cannabis, más que con fármacos que lo tengan como base de su composición, se puso en contacto con los científicos granadinos. Sabía de un equipo que podría serles de ayuda: el Scotopic Sensititivity Tester-1 (SST-1), aparato que se usa para controlar la pérdida de visión.
Efecto fisiológico
Con este avanzado sistema, se comprobó en cuatro personas que fumar hachís de forma prolongada permite ver nítidamente en la oscuridad. En el transcurso del experimento, se deja al paciente, antes y después de consumir cannabis, en la oscuridad total durante media hora, para asegurarse de que el ojo se ha acostumbrado a la situación. Los primeros resultados apuntan que la retina se estimula y se ve más nítido bajo los efectos del cáñamo. Más allá de que fumar hachís dilate las pupilas, los científicos empiezan a pensar que el cannabis afecta directamente a los procesos fisiológicos de la visión.
En la actualidad, por un lado, continúan haciendo pruebas. Llevan alrededor de treinta casos estudiados y quieren profundizar en la dosis de hachís que es necesaria para que se produzcan los cambios en la vista. Por otro lado, y en colaboración con el Departamento de Fisiología de la UGR, se va a profundizar en cómo afecta el consumo de esta droga al proceso bioquímico de configuración de la vista, en modelos animales (ratas) y su combinación con la vitamina A, principal elemento implicado en los procesos de pérdidas de visión. Además, se prosiguen los estudios con Sannica Biotech una empresa canadiense de biotecnología dirigida por el doctor Arella, con la idea de abrir caminos para distintas dolencias cuyos síntomas se podrían ver paliados gracias a esta «planta mágica».
Referencia:
Prof. Joaquín Molero Mesa
Tlf: 958243916 / 958248961.
Correo e: jmolero@ugr.es
Universidad de Granada