Hace muchos años tuve el placer de conocer a Isidro Marín, sus textos sobre historia de la Marihuana y sus estudios sobre la ayahuasca dan mucho para leer.
Por Isidro Marín.
Visto en Redyerba.
La noticia ha aparecido en agosto de este año en todos los periódicos del mundo con mucho bombo y platillo. Ha aparecido en El País, Clarín, La Vanguardia, Cosmopolitan, el Diario Sudafricano de Ciencia, Diario Popular, The Independent, El Comercio, La Nación, 20Minutos, Opinión, la BBC, USA Today, etc… Todas ellas hablan del reciente descubrimiento de unas pipas en la casa del conocido dramaturgo. Pero esa noticia no es nueva, tiene ya 14 años de antigüedad. Yo la leí en el periódico El Mundo el 3 de marzo de 2001 cuando estaba realizando mi tesis doctoral sobre el movimiento cannábico y escribiendo mi libro sobre Historia Conocida o Desconocida del cannabis (2003). Incluso apareció en un número del año 2003 en la revista Yerba titulado “El poder veneciano en los siglos XIII-XV y la Inglaterra de William Shakespeare”.
William Shakespeare, nació en la primavera de 1564 en la ciudad de Stratford-upon-Avon (Inglaterra). Su padre, John, que fue concejal y fabricante de guantes. Su madre se llamaba Mary Arden que procedía de una acomodada nobleza campesina. El poeta habría cursado durante unos seis años Grammar School o escuela primaria, cuya materia básica era el latín. Anne Hathaway, ocho años mayor que él, con la que se casaría en 1582, le dio dos hijos, Hamnet y Julia. Autor de «Romeo y Julieta», «Hamlet», “Antonio y Cleopatra” entre otros títulos universales. En “Hamlet” su padre murió vertiendo zumo de beleño en su oreja (Callejo, 2006). En 1610, William Shakespeare retornó a su pueblo natal. Murió el 23 de abril de 1616.
¿CONSUMIDOR DE MARIHUANA?
Dicen que su talento podría deberse «no tanto a un cerebro privilegiado sino al consumo de marihuana», según dos científicos de Sudáfrica (El Mundo 3/3/2001). Un artículo que apareció en el periódico «The Independent on Sunday», decía que el paleontólogo Frances Thackeray de la Universidad de Witwatersarandm, en Johannesburgo y el catedrático Nick van der Merwe de la Universidad del Cabo, hicieron un estudio basado en pruebas forenses para así probar que Shakespeare escribió bajo la influencia del cannabis. Ambos hombres, en colaboración con científicos de laboratorios policiales en Pretoria (Sudáfrica), el inspector Tommy van der Merwe, realizaron un análisis químico no destructivo usando tecnología forense en el laboratorio de narcóticos de la policía de Sudáfrica. Utilizaron una técnica llamada cromatografía de gases-espectometría de masas (GC-MS), para analizar el contenido de 24 restos de pipas de arcilla recuperadas de la residencia llamada «New Place», que Shakespeare tenía en Stratford-upon-Avon. Los retos de las pipas son de principios del siglo XVII. En ellas se ha encontrado en 8 restos de pipas cannabis, en dos restos de pipas se han encontrado “rastros de cocaína”, tabaco, alcanfor y extracto de nuez moscada. Se fumaba en pipas de arcilla.
El tabaco fue introducido por Sir Francis Drake y Sir Walter Raleigh en los días de Shakespeare en la Inglaterra isabelina; concretamente Sir Water introdujo el tabaco en Inglaterra desde América del Norte, desde Virginia. En el artículo se indica que Drake había estado en Perú en 1597. John Gerard publicó su Herbario ese mismo año en 1597 en donde aparece el “beleño de Perú” que se puede asociar con la hoja de coca. En el artículo publicado en el diario británico The Independent, Thackeray señaló que en el siglo XVII se consumían diversas clases de tabaco en Inglaterra, incluida la hoja traída desde Norteamérica, con nicotina, y el obtenido de la hoja de coca procedente de Perú.
El artículo “científico” de Francis Thackeray (2015) afirma que “Shakespeare pudo haber sido consciente de los efectos nocivos de la cocaína… Shakespeare prefirió el cannabis como un estimulante para su mente”. Mi opinión es que Francis Thackeray olvida que los primeros arbustos de coca fueron llevados en 1750 de Sudamérica hacia Europa y que en 1859 se alcanzó por primera vez el aislamiento del alcaloide por Albert Niemann. En 1898 se logró la explicación de la constitución y en 1902 la síntesis por Richard Willstätter. Así que es imposible que Shakespeare consumiera cocaína por mucho que aparezca en la cromatografía de gases-espectometría de masas.
Thackeray dice que incluso algunas palabras de Shakespeare describen influencias alucinógenas y menciona que el poeta y autor teatral escribió sobre «la invención de una conocida hierba». En su soneto número 76: “¿Por qué escribo siempre de lo mismo, de una cosa tan sólo,/ y mantengo invención en conocida hierba,/que cada palabra me menciona casi,/ revela su nacimiento y procedencia?”
Se refiere a «una conocida hierba» y a un «extraño compuesto». Y en el soneto número 27 escribe un «viaje dentro de su cabeza». “Cansado de viajar busco en el lecho//Reposo para los rendidos miembros,// Mas otro viaje iniciase en mi mente// Cuando el cuerpo concluye sus trabajos.”
El cannabis ya se conocía en Inglaterra en el siglo XVII pues fue llevada por exploradores europeos que atravesaron el sur de África donde sabían del uso del cannabis entre la población indígena de esas tierras. El cáñamo se empleaba para fabricar cuerdas o lienzos en esa época en Inglaterra. Incluso el papel en el que se imprimieron algunas de las primeras obras estaba hecho a base cáñamo. Se pretendía conseguir más cáñamo a cualquier precio en Inglaterra.
En 1663 se pasó una ley que cualquier extranjero que se estableciera en Inglaterra o Gales y estableciera una industria relacionada con el cáñamo en tres años podría tomar el juramento de fidelidad al rey y tener los mismos derechos y privilegios que los ciudadanos nacidos en Inglaterra.
La palabra inglesa canvas (lienzo) se deriva de cannabis en referencia a su uso en forma de fibra (Rudgley, 1999, 92). El cannabis era conocido en Inglaterra como “mala hierba del cuello”, “hierba de la horca” (las sogas en aquella época estaban hechas de fibra de cáñamo) o “perejil de Gales”. En partes de Gran Bretaña (en la frontera de Gales, Herefordshire y Oxforshire) los cañamones se utilizaban para adivinar el futuro. Con el fin de adivinar el futuro esposo, una chica tenía que ir sola a la hora de las brujas (de noche) al patio de una iglesia, allí tenía que ir lanzando los cañamones sobre su hombro izquierdo e ir recitando dicho encantamiento: “Semilla de cáñamo siembro, semillas de cáñamo cultivo./El que tenga que desposarme,/venga a mí y siegue.”
Si la chica era afortunada, la forma fantasmal de su futuro marido aparecería detrás de ella segando con su guadaña. Si no era tan afortunada, al volverse vería un ataúd, lo cual significaba que moriría joven y soltera (Rudgley, 1999, 92). La tradición en Irlanda era parecida, las jóvenes doncellas sembraban cañamones durante la víspera de Todos los Santos, creyendo que si así lo hacían descubrirían el espíritu de su futuro marido (Abel, 1980).
Bibliografía
- Abel, E.L. (1980). Marihuana: The first 12,000 years. Plenum Press, Nueva York
- Callejo, J. (2006). Breve historia de la brujería. Ed. Nowtilus S.L.
- Marín Gutiérrez, Isidro (2003). Historia conocida o desconocida del cannabis. Megamultimedia. Málaga.
- Rudgley, R. (1999). Enciclopedia de las substancias psicoactivas, Paidos Divulgación, Barcelona
- Thackeray F. Shakespeare (2015). Plants, and chemical analysis of early 17th century clay ‘tobacco’ pipes from Europe. South African Journal of Science. 111(7/8), Art. #a0115, 2 pages. http://dx.doi.org/10.17159/sajs.2015/a0115