LA ASOCIACIÓN CANNÁBICA VALLADOLID 420 SIGUE EN JUICIO PESE AL AVAL DE INTERIOR

Visto en Cannabis.es.

Benito Díaz

La asociación cannábica Valladolid 420 fue intervenida el pasado 20 de febrero. En el asalto fueron detenidos tres socios de la misma bajo la acusación de Delito contra la Salud Pública. La investigación ha revelado que la organización estaba inscrita en el Registro de Asociaciones de forma correcta, por lo que se habrían aceptado sus estatutos sin observar indicios de delito, como certifica un documento firmado por el Ministerio del Interior.

La información que Cannabis.es ha confirmado, indica que Valladolid 420 solicitó su ingreso en el registro en el año 2015. El recurso quedó en suspenso y se trasladó a la Fiscalía provincial, ante la duda sobre lo lícito de lo planteado, pues en los estatutos de la asociación se aclaraba que llevarían a cabo un autocultivo comunitario, a repartir entre los socios para su consumo propio, todos de más de 25 años. La respuesta del Registro nacional de Asociaciones fue afirmativa, por tanto, no se dieron sospechas de hechos delictivos.

Tras el suspenso de la sesión del pasado día 25 de enero, sabemos que, aunque la legalidad de la asociación ha sido refrendada por el Ministerio, los cargos contra tres de sus socios se mantienen. Iván, Enrique y Manuel Luis, son requeridos por la Fiscalía para hacer frente a la pena de 18 meses de cárcel y 6000 euros de multa a cada uno, por delitos contra la Salud Pública y Tráfico de Sustancias. Charlamos con Fran, presidente de Valladolid 420.

Una historia en primera persona

Fran es un hombre de 36 años. Se dedica a la logística y decidió abrir una asociación cannábica para dar respuesta a las necesidades de su capital, donde no había ninguna organización de este tipo, según nos cuenta. “Todo el mundo me decía que no la montase, que iba a tener problemas. Y es verdad, el tema en Valladolid está muy difícil. Pero si no lo hago yo, ¿quién lo va hacer?”, nos dice. Piensa que hay mucho sentimiento prohibicionista en su ciudad.

El local se encontraba próximo al centro y tan solo llevaba seis meses abierto. El presidente de Valladolid 420, nos remite a la secuencia de los hechos que aparece relatada en un artículo del diario El Norte de Castilla. Según esto, el asalto se cometió el día 20 de febrero de 2019. Varios agentes acudieron a la puerta del local, alertados al parecer por un vecino que se quejó del olor a marihuana.

La policía accedió al recinto, encontrando a un hombre en la puerta y otros dos en el interior, según el relato, jugando con una videoconsola. En el registro, hallaron dos botes de cristal con 109 y 86 gramos de Cannabis, 114 plantas de Cannabis, una prensa, dos medidores de acidez y un total de 303 euros en billetes y monedas.

Los socios, pues ninguno pertenecía a la Junta Directiva, alegaron que se trataba de una asociación para el cultivo y autoconsumo, igual que otras miles que existen en nuestro país. Sin embargo, al no poder acreditarlo, los tres fueron detenidos y trasladados a comisaría, según el informe policial.

Él no estaba en el local esa tarde, tuvo que ocuparse de otros asuntos. “Se llevaron a tres socios, ¿pero si llegamos a estar 20 nos llevan a todos?”, pregunta Fran. “Eran tres socios que estaban allí, no había ningún responsable. Acabábamos de abrir, todavía no teníamos las medidas de seguridad que pusimos luego, cámaras de video, lector de huellas digitales, etc. No quisieron ver los papeles, no quisieron ver nada. Dijeron que allí había una plantación, esto es vuestro, plantación ilegal y tráfico. Es increíble. La policía tendría que haber podido demostrar algo de esto”.

Registro sin orden judicial y detenciones arbitrarias

La suspensión del caso el 25 de enero, se debió a que la defensa adujo la nulidad de la irrupción de la policía en el local, hecha sin los permisos necesarios ante un juez en una propiedad privada, anulando la legalidad del registro y alegando ruptura en la cadena de custodia de las pruebas. Esta es la garantía que, desde su incautación hasta su análisis en laboratorio y posterior resultado, está todo debidamente registrado, asegurando que la prueba presentada es efectivamente la que pertenece al juicio. También fue entonces cuando requirieron el informe que ha probado la legalidad de la asociación, a petición del juez.

El ministerio sabe que estamos constituidos de forma legal y que lo que decimos es verdad. Que tenemos un cultivo compartido, destinado a repartirlo entre nuestros socios, que son todos mayores de 25 años, avalado por un fiscal al cual otro fiscal le tiene que decir que no y demostrarle los cargos de los que se acusan a nuestros socios”aclara Fran. También nos indica que no tiene conocimiento de que haya otro caso como el suyo en nuestro país, pues siempre media una investigación para llevar a cabo una serie de detenciones.

La defensa pide la nulidad de las actuaciones policiales por vulneración de derechos fundamentales, solicitando a su vez la absolución para los acusados en base a que los hechos se circunscriben en la doctrina del consumo compartido. A su vez, de forma alternativa, piden una pena de seis meses por delito contra la salud pública “en sustancias que no causan grave daño, con la atenuante de adicción”.

Autocultivo y modelos asociativos

La propuesta de autocultivo de Valladolid 420 no es una novedad en el sistema de asociaciones. Ya en sus comienzos, ARSECA, asociación pionera catalana en los noventa, tuvo problemas al sugerir algo muy parecido. También debe mencionarse la actual lucha llevada a cabo por la asociación AIRAM en Barcelona que ha dado como resultado el encarcelamiento de su tesorero y de su presidente, Albert Tió.

El modelo asociativo del que habla Fran, es uno que contemple el autocultivo como única vía para el abastecimiento de los socios. “No me gusta la compra mancomunada. De esa forma se ayuda al mercado negro. Por mucho que quieran maquillarlo o excusarse, es ayudar al narcotráfico. Nuestro cultivo está en los estatutos, y no tenemos un permiso como tiene Juan Abelló, pero nos dieron permiso para seguir adelante”comenta. “Creemos en nuestro tipo de asociación. Me he informado de cómo hacen las cosas en otros sitios, para poder hacer lo nuestro mejor. Y te metes en Instagram o en Youtube, y tienes a gente haciendo publicidad de las asociaciones, no puedo entenderlo. Que si tenemos tal variedad o hacemos tal extracción. Nos gusta ser discretos; además, te pondré un ejemplo. Nosotros teníamos un límite de socios. Éramos 31 y no queríamos más. Ya nos costaba trabajo abastecer a 30 socios más uno terapéutico, no quiero imaginarme lo que es abastecer a 100 o 1000 personas. ¿De dónde sacáis la marihuana, qué precio le ponéis? Desde mi punto de vista, eso es narcotráfico, no estás ayudando nada al tejido asociativo, ni es el modelo de asociación que queremos nosotros”.

Fran expone que su intención no era la de tener más socios y requerir un lucro económico. “No queríamos que viniera más gente, queríamos que hubiera más asociaciones, que esto se normalice un poco. He oído que alguna vez han pillado a gente con Marihuana que han sacado de la asociación. En nuestro caso, estaba prohibido sacar el Cannabis de nuestro local de forma tajante, bajo pena de expulsión. Porque sabemos que es ilegal. Tenemos un modelo de asociación basado en consumir allí, ayudarnos entre todos, estudiar la planta, hablar y echar un buen rato”.

Los socios acusados tienen miedo. Solo eran unas personas que iban a su local para divertirse, sin ningún tipo de responsabilidad, nos cuentan. El cinco de octubre se dictará sentencia. “Estaría orgulloso de que nos dieran la razón, porque lo estábamos haciendo todo bien. Nunca ha existido un afán de lucro, todo se hacía para ayudar a la gente que no sabía cómo llevar a cabo un cultivo, que disfrutaban con la planta. No se trataba de llegar, conseguir el cannabis y marcharse. Allí nos conocíamos todos, conversábamos, nos lo pasábamos bien. Se hacían talleres de esquejes, de extracciones… pues lo que es una asociación de gente a la que le gustan estas cosas”.

MMMM2016 Manifiesto +, fuera etiquetas, suma no restes

Ausencia de uno, dejar de estar, no ser…
no me hallo, me callo, no estoy, no soy…
silencio, me diluyo, me atasco, me hundo…
no veo, no oigo , no sé, no soy, no estoy…
pruebas, me paro, no saboreo, no escucho …
más pruebas, no soy quien era, no fluyo, no doy…
pruebo, me hundo, me atasco, no floto, no huyo…
exploro y no encuentro un camino de vuelta…
da igual, no da, si da, que más da, si soy y si estoy…
erase que se era, soy lo que era, sigo siendo quien era…
floto, nado, no huyo, escucho, huelo, saboreo y fluyo…
no me paro, camino, bailo, si sé, si soy y si estoy…
claro que importa, si da, si que da, si soy quien era…
exploro, olfateo, encuentro, hurgo, hallo y no callo…
claro que da, si da, me exploro, me hallo y no callo…
me levanto, sueno, caigo, ando, crujo, fallo y hallo…
me muevo, limpio, hurgo, buceo, encuentro y salgo…
como y hablo, hablo y abro, busco, hurgo y no callo…
pica, escuece, duele y sale fuera, si soy quien era…
erase que se era, si soy la misma que era…
reparo, extirpo, curo, sana sana culito de rana
repongo, sano, si no se cura hoy se curará mañana
como, fumo, hablo, manifiesto, me hallo y no callo.

MANI•FIESTA•ACCIÓN, 7 de Mayo de 2016, Madrid.

Dejé de escribir cartas, a particulares me refiero, hace muchos años ahora sólo escribo cartas de reclamación o de queja, de reivindicación o de lucha, de impugnación o de aporte de documentación. En fin, papeles y más papeles, pura burocracia institucional.

El correo postal ha caído en desuso silenciosamente, sin hacer ruido, ya nadie escribe cartas como las de antes cuando se estaba lejos de las personas queridas y se esperaba ansioso sus respuestas que se releían mil veces… Ahora se mira al móvil y no a los ojos. Esto me hace pensar que al no mantener correo postal de puño y letra, actualmente no se sabe leer ni interpretar los textos. Se ha perdido el hábito de leer y de escribir, con calma, con alma…las personas leen pero no entienden lo que leen o lo corrigen a su antojo. Todo va demasiado rápido, ni siquiera las palabras se escriben completas, como si nos faltara el aire, el tiempo. Raudos y veloces los amantes escriben en sus móviles tkm, bss… ¿Qué coño significa eso para los amados?

En estos últimos años he sufrido cambios que se perciben en mi a primera vista, cambios me han obligado a abandonar muchas cosas para atender a mi salud, cambiar de rumbo y plantearme otras prioridades, inquietudes e intereses. He parado, madurado y aprendido, me he roto, me he reparado y he cambiado. He dejado de confiar pero no de comprender a los seres humanos, al menos a la gran mayoría… soy más selectiva, más antisocial y encuentro menos personas a las que me apetezca conocer mas allá de lo mínimo aceptable socialmente. Han sido dos tratamientos duros y sobre todo el segundo, me ha dañado y sacudido el soma y la psique. Me ha hecho recordar los malos tiempos de hace más de 20 años, cuando el dolor me lo provocaba la abstinencia de la heroína, cuando era toxicómana. Me ha hecho recordar el mono, los escalofríos, los dolores, el malestar diario, la pérdida de peso, los cambios de humor, la tristeza. Curiosa venganza poética la del tiempo porque ahora era la droga que tenía que sanar mi hígado dañado lo que me estaba enfermando. Los sudores, las nauseas, la falta de apetito, el insomnio, el frío constante, las siete pastillas diarias, hasta el hecho físico de tener que usar jeringuillas para pincharme el interferón ha supuesto para mi un verdadero calvario.

Me he enfurecido y endurecido, me he deprimido y llorado, he pensado en abandonar pero me he defendido, he peleado y he ganado, eso sí he terminado la batalla un poco más rota pero también más sabia y más sana. He sacado fuera muchos miedos, prejuicios y malos recuerdos que estaban aplastados por mis pies para que no me salpicarán ni a mi ni a los míos. Otros miedos, prejuicios y recuerdos guardados para la intimidad no los he sacado yo pero los han hecho públicos terceros del modo más descarnado, me los han sacado a la fuerza, a traición, sin miramientos, mostrándolos a otros como si se tratara de locos gigantes con los brazos amputados que corren alocadamente salpicando sangre a su paso, para mi son huéspedes acomodados, compañeros de viaje que conviven conmigo, discretos, sin ruidos…

Todo por mi libre elección de intentar sanarme y empezar el segundo tratamiento con sólo un 50% de posibilidades de éxito y utilizar únicamente los medicamentos o drogas legales de la farmacia hospitalaria para sanar mi hígado y aliviar los efectos secundarios de este tratamiento hospitalario sin recurrir a los medicamentos o drogas legales de la farmacia comunitaria que tanto malestar me causaron en el primer tratamiento sino utilizando una droga ilegal o medicamento llamado cannabis que se cultiva de manera alegal y se dispensa de un modo poco ortodoxo diría yo, lo cual encarece su valor si se utiliza como tratamiento coadyuvante y no sabes, no quieres o no puedes cultivar.

Si bien es cierto que ni la farmacia hospitalaria, ni el médico de familia, ni ninguno de los especialistas que me han tratado han considerado contraproducente mi decisión de utilizar exclusivamente el cannabis como paliativo al tratamiento tampoco han querido mojarse mucho más allá de preguntarme: “¿A ti te funciona? Pues ya está.” Curiosamente lo que si me he encontrado es con muchas dificultades para conseguir la marihuana, desde el camello que «te tanga» hasta los regalos terapéuticos que se han convertido en posteriores amenazas e intentos de chantaje, los vendedores de humo, las dificultades para acceder a un club si no te invita al menos un socio, encontrar profesionales médicos que te expliquen el modo adecuado de administración en tu caso o la variedad adecuada a tu patología o al malestar que pretendes aliviar y sobre todo, cierta oposición rancia al reconocerlo o fumar abiertamente entre mis familiares e iguales. Era y soy fumadora pero no era «fumeta» y continúa preocupándome más a día de hoy mi tabaquismo que el uso del cannabis.

Y no me quejo porque fui recomendada al mejor médico experto en el tema, el Dr. Fernando Caudevilla que tras una sola consulta médica sobre el uso del cannabis en mi caso, me tranquilizó y resolvió mis dudas. Me considero una privilegiada ya que disponía de los contactos y el dinero para pagar una consulta privada pero ya llevaba 1/3 del tratamiento y después de seguir todos los pasos requeridos para ser usuaria terapéutica de cannabis en el club al cual me asocié y donde se portaron genial conmigo (gracias chicos), me dirigí a la federación en Madrid para hablar con el médico de ésta, tras varios correos electrónicos, el envío de mis informes médicos y hacerme abrir una cuenta de Skype (que nunca he usado por cierto) he finalizado el tratamiento sin hablar con este médico. Hablé con él en persona en la Plaza de España al terminar la manifestación del año 2015 y os aseguro que no fue el mejor momento… era mi primera marcha de la marihuana y la disfrute con ganas.

Ya puestos en el tema de la “mani” que este año será el sábado 7 de mayo en Madrid, hacedme el favor de ir, id como os dé la gana, terapéuticos y/o lúdicos, mujeres y/u hombres, de aquí y/o de allá, pero id, no calléis, haced ruido, que se nos vea, igual que se nos ve todos los días por nuestros barrios, normalicemos pero no sigamos con el tema de los usuarios terapéuticos sin atender las individualidades y las necesidades en tiempo real de los pacientes porque el dolor no espera amigos, ni los tratamientos esperan y no es fácil entrar en el círculo cannabico, ni siquiera como terapéutico. Vamos a dejarnos de separaciones porque todos coincidimos en algo, somos personas usuarias de cannabis y lo usamos como nos place de modo individual o colectivo “…sin otro límite que la minoría de edad y el daño a terceros…” como bien dice Alejo Alberdi en Hipocondría cannábica “…sin olvidar que, después de décadas de estigmatización de todo consumidor de cannabis como como un enfermo necesitado de tratamiento, la obsesión fumeta por la salud no contribuiría en nada a la refutación de los estereotipos prohibicionistas, sino más bien a su confirmación.” Mi opinión es que si no se legaliza y sólo se regula, seguirá existiendo mercado negro, embaucadores y desconocimiento sobre la planta y sus verdaderos beneficios y posibilidades terapéuticas.

Las decisiones que he tomado me han hecho encontrarme, han hecho más soportable y llevadero el dolor en los duros momentos del tratamiento y con cada una de ellas he tenido que sincerarme conmigo, parar y buscarme de nuevo para saber quien soy y quien deseo ser ahora, en 2016. Y me declaro a favor de la legalización de las drogas quisiera que se legalizaran la tenencia, el cultivo, la producción, la distribución, la venta, el estudio y la dispensación del cannabis y de otro tipo de sustancias con probada utilidad lúdica o médica. Quiero que se termine esta farsa de guerra entre drogas legales e ilegales. Eso si, con cautela y con todas las medidas de educación, sociales, de control y sanitarias que se consideren oportunas por personas expertas en el tema. Como dice el anónimo: “De la piel pa’dentro mando yo, comienza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que pueda o no cruzar esa frontera. Soy un Estado soberano, y las lindes de mi piel, me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país.

Piensa y luego ya verás si existes. Y si ves que existes, vuelve a pensar porque desde ese instante tu meta es luchar por sobrevivir y tu fin dejar de existir. Es más, me pregunto si se puede dejar de existir y seguir pensando… Y sí, se puede. Vamos, que esto de ser un “ser vivo” es un bucle infinito, una puta «batalla» cotidiana contra la vida que te ha tocado vivir y contra el puñetero cuerpo cada vez más repleto de «heridas de guerra» que se te rebela continuamente buscando alivio al dolor.

Nunca me han gustado las etiquetas pero desde que nacemos estamos etiquetados. Diría que incluso antes de nacer ya estamos etiquetados por país o lugar de nacimiento, por familias, por géneros, por razas, por religiones o creencias, por tendencias políticas e incluso por apariencia física. En el colegio ya empieza el etiquetado social: «zanahorio«, «cuatro-ojos», «empollón«, «chivato«, «chino«, «gordo«, «tonto» y así una larga lista que se convierte en un continuo que nos va colocando en la posición que tendremos de adultos como si fuéramos productos de supermercado, etiquetados y «colocaditos» bien en las estanterías correspondientes.

Peleona” me han llamado, me llaman y me van a seguir llamando aunque yo me considero socialmente crítica y ajustada a derecho porque ante cada traba burocrática que entorpezca mi camino o el de los míos, voy a continuar peleando.

Enferma” me llaman ahora, aunque yo prefiero considerarme combatiente y superviviente y debo reconocer que por primera vez en mi vida me he sentido y me siento mermada; esto no me ha ayudado en mis luchas cotidianas sobre todo porque me paraliza y, aunque me cuesta admitirlo, mi recuperación no está siendo tan rápida y satisfactoria como esperaba.

Luchadora” me llamo porque eso es lo que he sido, soy y seguiré siendo aunque mis circunstancias estén cambiando y este cuerpo presente una nueva herida de guerra pero una «gran batalla ganada».

«Fumeta» me van a llamar ahora, aunque yo prefiero considerarme una paciente libre para elegir como tratar sus dolencias entre las drogas de la farmacia comunitaria con todos sus efectos secundarios legales y la yerba con todos sus efectos secundarios alegales.

Fotografía correspondiente al año 2015 en su recorrido por la Gran Vía.

 

Entrevista Fundación Renovatio a Òscar Parés

Óscar Parés1 ponente de la IV edición del Foro Social de Cannabis. Licenciado en filosofía y antropología por la universidad de Barcelona.
Subdirector de la Fundación ICEERS.
Visto en Foro Social Internacional de Cannabis.

  1. Òscar Parés – Subdirector y Coordinador de las Redes Sociales

    Òscar Parés, actualmente vive en Barcelona. Es licenciado en Filosofía y Antropología. Posteriormente, cursó un Máster en Drogodependencias por la Universidad de Barcelona. En los 14 años siguientes se interesó en el uso de las herramientas etnobotánicas en contextos indígenas, así como en la psicoterapia moderna a través de la técnicas de expansión de la consciencia. En la actualidad, colabora en el equipo de prevención de drogas del Programa de Abuso de Sustancias de la Dirección General de Salud Pública, coordinado por el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya. Òscar Parés, ha realizado cursos de formación en materia de prevención de problemas relacionados con el consumo de drogas en escuelas e institutos, dirigido a profesores, académicos, profesionales de salud pública, tales como médicos, enfermeras, terapeutas, policías, personal sanitario de turnos de noche, presos jóvenes, etc. También está involucrado diferentes en proyectos europeos como Democracy Cities & Drugs, Newip, Club heath conference, Psychonaut Drojnet2, etc.

Resolución del Tribunal Supremo: el antes y el después del movimiento asociativo de CSC’s

 

Después de varias prórrogas y una expectación sin precedentes en todo el movimiento asociativo estatal y personas usuarias en general, el Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo ha resuelto el recurso de la fiscalía contra la sentencia de absolución que realizó la Audiencia Provincial de Vizcaya a la asociación de Estudios y Usuarios del Cáñamo Ebers de Bilbao. ¿Resultado?, la condena de 5 personas a penas que serán como máximo de 8 meses de prisión más el correspondiente desembolso económico que supondrá el pago de multas y costes judiciales. Pero aparte de la condena a los responsables del CSC, este procedimiento ha supuesto una “revisión” de la doctrina del cultivo compartido por parte del Tribunal Supremo.

¿FIN DE LA DOCTRINA DEL CULTIVO COMPARTIDO?

Entonces….¿supone esto el fin de los CSC’s?, bueno depende de quién lo diga. Si hacemos caso a la prensa parece que se “pinchó la burbuja cannábica” y que comeremos el turrón en prisión. Si escuchamos al prohibicionismo, también parece que nos dan la estocada final y que de ahora en adelante será imposible hablar de regulación de cannabis desde el ámbito asociativo. Después de haber estudiado la resolución del Tribunal Supremo con cierta calma, encontramos en ella más de lo mismo. Mucha retórica para no decir nada claro, pirotécnia literaria para no mojarse lo más mínimo.

Si nos paramos a analizar la sentencia, encontramos que dice en relación al club Ebbers: “El cultivo y distribución organizada, institucionalizada y con vocación de persistencia en el tiempo de cannabis entre un colectivo integrado por 290 personas componentes de una asociación constituye tráfico de drogas. Si el intercambio de cannabis se realiza entre los cientos de personas que integran una asociación abierta a nuevas incorporaciones, entonces encaja perfectamente en lo que el Código Penal califica de delito contra la salud pública o tráfico de drogas”.

¿Debemos entender al parecer que el problema legal surge cuando tenemos un club de más de 250 socios y en previsión de nuevas admisiones? Por que, ¿qué ocurre con CSC con más socios donde tengan por ejemplo un 40% o 60% de soci@s terapéutic@s?
El tema es que el Tribunal Supremo también matiza en su escrito de resolución: “”el cultivo compartido de cannabis destinado al consumo exclusivo y excluyente de quienes promueven esa producción a escala reducida, aún siendo actividad no legal, puede carecer de relevancia penal en determinadas condiciones”

¿Carecer de relevancia penal?…. vale eso se entiende muy claramente pero, ¿en que condiciones debería operar un CSC para que sus actividades fueran consideradas sin relevancia penal? Bueno, desde la FAC entendemos que aplicar un modelo operativo de club que respete el Código de Buenas Prácticas defendido por nuestra federación desde hace ya más de una década, es el que ofrece más garantías de éxito. Se deja claro que “se debe de examinar cada caso de manera concreta”

¿QUE DEBEN HACER LOS CSC’s?

De momento no perder la calma, el realizar una asamblea para analizar la situación interna de cada CSC sería lo más apropiado. Hablar y evaluar la situación de manera conjunta puede definir una línea de actuación en caso de que nuestro CSC tenga alguna mala sorpresa. Como siempre hemos defendido, un club fuerte es aquel donde existe plena participación en su gestión y además, una correcta comunicación entre tod@s sussoci@s y la Junta Directiva. Si esto es así, es más fácil de mostrar ante un juez que los 100 o 200 o 300 soci@sque componen un CSC son los únicos responsables de la actividad de ese CSC, la organización ciudadana frente al inmovilismo del estado.

Otra recomendación importante a tener en cuenta sería la de suspender la admisión de nuevas personas a los clubes sociales, conviene mantener limitado el acceso a nuevos miembros para evitar que se acuse a cualquier CSC de favorecimiento del consumo. Eso no quiere decir que debamos recluirnos en nuestra “cueva” y esconder la cabeza bajo tierra, todo lo contrario. Hay que ganar visibilidad social, organizar más actividades informativas que nunca donde se muestre la indefensión jurídica de las personas usuarias, revisar y/o rediseñar los protocolos de actuación del CSC para minimizar el riesgo de una posible intervención policial, forjar alianzas políticas con grupos defensores de un cambio legal en el uso del cannabis. Cómo veis, la transparencia, las buenas prácticas y la implicación de todo el tejido social representado por los CSC’s, son la mejor póliza de seguridad para estar preparados ante lo que se nos puede venir encima de un momento a otro.

Es básico tener toda la documentación oficial de la asociación al día, factor que a priori parece una obviedad, pero que a veces se olvida en más de un club. Conceptos como los datos actualizados en el registro de clubes, contratos de alquiler, cumplimiento de la LOPD, contratos de trabajo, obligaciones fiscales, previsiones de consumo anual, proyectos de cultivo, libros de clubes, etc… Son la columna vertebral de la gestión profesional de un club y por lo tanto, de obligado cumplimiento para los responsables de los mismos. Si no somos capaces de tener esta documentación al día, raramente podremos mantener un argumento sólido con el que hacer ver la validez de nuestro modelo asociativo.

Viendo que la cuestión de que un gran volumen de soci@s condicionará la interpretación de si un club es legal o ilegal, debemos de asumir que puede ser la sentencia de muerte para aquellos CSC’s con más de medio millar de miembros entre sus filas. El cómo afectará al conjunto de clubes repartidos por todo el territorio nacional está por ver, dependerá también en gran medida de cual ha sido su recorrido como club y de otros factores organizativos de gran peso para los jueces.

IMPLICACIÓN POLÍTICA: “NI ESTÁ, NI SE LA ESPERA”

Por parte del estado, no se ponen de acuerdo en definir cuando será el momento idóneo para abrir el debate sobre regulación en el uso de cannabis en nuestro país. Quizás piensen que esta decisión del alto Tribunal establece una norma clara para interpretar de ahora en adelante la ley, y así ver mas claramente donde están situados los CSC. Pero la verdad es que, como hemos dicho antes, no aclara absolutamente nada…. Lo enturbia mucho más.
Las tramitaciones de nuevos clubes sociales de cannabis siguen en aumento, así que está por ver si habrá una respuesta inmediata en los registros autonómicos y nacionales negándose a formalizar el registro de un club de estas características. De momento no hay cambios en los registros.

Pero si existe algo que llama la atención de forma escandalosa, es el ninguneo político que sistemáticamente afecta a las personas usuarias de cannabis cuando se acerca la campaña electoral. Si estas en la oposición y es principio de legislatura, hablar sobre cannabis resulta estimulante y hasta un tanto progre. Ahora bien, si estas en la oposición, se acerca la campaña electoral y además las encuestas te pronostican buenos resultados, es cuando el cannabis deja de tener interés. Esa ha sido la consigna de muchas de las fuerzas políticas sumisas ante el prohibicionismo de nuestro país, o eso, o es que la miopía congénita que sufren los representantes políticos en materia de uso de cannabis es superlativa. Han abandonado en la clandestinidad a más de 4.500.00 de personas usuarias, en los que un notable porcentaje hacen uso terapéutico del mismo. El desprecio a los derechos de estas personas tendría que hacer ruborizar a los dirigentes de las fuerzas políticas cuando hablan de social-democracia o de progresismo, máxime cuando mucho de sus militantes y un gran número de sus cargos públicos habrán tenido alguna experiencia con el cannabis sin tener que avergonzarse por ello. Así somos en nuestro país, hipócritas hasta los tuétanos y pendientes de lo políticamente correcto.

Visto en el blog de la FAC.

 

TS vs Clubes Sociales de Cannabis

Imagen

Tribunal Supremo en blanco y negro

A vueltas con la sentencia del Tribunal Supremo en el caso «Ebers» buscando en bancos de imágenes me he encontrado esta foto, no es en blanco y negro como lo buscaba pero me sirve para ver como en el siglo XXI parece que estamos regresando a un pasado del que muchos no queremos volver a ver u oir.

Por si no encuentras la sentencia o no te apetece buscarla, la hemos añadido al final de este artículo para que saques tus conclusiones en las más de 90 páginas del documento.

También se ha añadido el documento «Una alternativa a la actual política criminal sobre drogas«, en cuya presentación dice lo siguiente:

El Grupo de estudios de Política Criminal está integrado por un nutrido colectivo de Catedráticos y Profesores titulares de Derecho Penal, Magistrados, Jueces y Fiscales que, a partir de una primera reunión mantenida en Málaga en 1989 con motivo de la aprobación del Manifiesto por una nueva política sobre la droga que en este volumen se recoge. decidieron constituirse en un grupo permanente de trabajo

En 2004 el Gobierno Vasco publicó dentró de la  Colección Informe/Txostena el documento
«Delimitación del ‘status’ jurídico del ciudadano ‘consumidor de drogas’
Propuesta de Carta de Derechos de los Usuarios de Drogas» que está también disponible para descarga.

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El TS carga contra los Clubes Sociales de Cannabis

Como gusta esta sentencia del Tribunal Supremo a los que se dedican a las labores del narcotráfico, es decir al mercado negro, las mafias, algunos dirigentes políticos, policías, guardias civiles, militares… tal como aparecen en prensa noticias referentes a actuaciones delictivas de estos grupos organizados, solo con utilizar cualquier buscador de noticias en internet se pueden leer.

Con la cantidad de puestos de trabajo que se podrían crear con la normalización del cultivo, distribución y venta de cannabis y otras drogas, los impuestos que recaudaría la hacienda española, los ingresos en la seguridad social crecerían al haber mayor número de afiliados…

Comunicado de la Plataforma Regulación Responsable.

Según noticias aparecidas en la prensa, el Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo ha resuelto el recurso de la asociación de Estudios y Usuarios del Cáñamo Ebers de Bilbao en relación al cultivo y consumo compartido de cannabis, estableciendo que los clubes de cannabis son ilegales por su actividad de cultivo y fomento del consumo de droga. Si el sentido y la dirección que apuntan las noticias se confirma, la política del Gobierno seguirá condenando a las personas consumidoras a un consumo clandestino a merced del trafico ilícito.

Tanto la dirección política del Gobierno central como las órdenes que da desde todos los poderes siguen fortaleciendo el narcotráfico, la represión, la estigmatización social y el recorte de los derechos más básicos acompañándolo de un gasto inmenso y a la vez inútil en la lucha contra el mercado ilícito. Frente a este modelo ineficaz, tanto el movimiento cannábico como otros movimientos sociales planteamos un cambio de marco, poniendo a las personas por delante de modelos policiales creados hace un siglo.

Es un clamor internacional que la inseguridad jurídica en la que vivimos todos los estamentos de la sociedad, especialmente las personas consumidoras, las personas que autocultivan, las personas que colectivamente se abastecen, las personas que utilizamos el cannabis como paliativo llevamos años clamando por que se nos oiga y se de respuesta a nuestras necesidades. Una respuesta que ya no puede diseñarse entre incoherencias entre tribunales, necesitamos una respuesta política a nuestra realidad social. Seguir defendiendo un modelo basado solo en criterios morales que no se corresponden para nada a las evidencias empíricas está generando unos costes económicos, humanos y sociales que ya no queremos pagar.

La Plataforma Regulación Responsable aglutina a más de medio centenar de colectivos que trabajan para establecer una regulación integral que que acabe con un siglo de sin sentido prohibicionista. Además, es un espacio abierto a todas esas organizaciones que quieran impulsar dicha reforma legislativa que nos permita cambiar el paradigma de las políticas de drogas centrándolas en los derechos de todas las personas, la educación y la salud pública. Desde RR apostamos por una regulación integral del cannabis. El prohibicionismo se nos muestra sin máscaras, si tu sociedad no es la suya, súmate y lideremos entre todas y todos el cambio.

Apostamos por políticas públicas que se diseñen buscando el interés del bien común, del desarrollo humano, garantizando la igualdad de oportunidades y estando fundamentadas en evidencias. Las personas consumidoras no queremos recurrir al mercado ilícito, no queremos seguir pagando costes policiales y penales, queremos una regulación integral que permita la convivencia desde el respeto, el diálogo y la construcción social colectiva.

Visto en Regulación Responsable.

Cannabis S. A. Documental Asociaciones Cannábicas

Últimamente el número de asociaciones de consumidores de cannabis está aumentando exponencialmente, y no existe una posición clara al respecto por parte del estado, lo que provoca situaciones de intervención policial, inseguridad jurídica y malestar social.

Nuestro principal y único objetivo es dar a conocer a la gente esta situación,en un debate que entedemos que debe ser social. Un debate que debe normalizarse y estar en boca de todos. ¿Es bueno para la sociedad lo que hacen estas asociaciones? ¿Es perjudicial? ¿Que consecuencias puede tener la normalización de este tipo de asociaciones?

Dando pequeñas pinceladas de los aspectos más importantes de esta situación pretendemos dar herramientas a la gente para que pueda opinar y decidir.

Una película documental de La Nebulosa Producciones.

Guión y Dirección
Alvaro Vazquez
Pablo De Otto

Producción
Alvaro Vazquez
Pablo De Otto

Montaje y Edición
Ariadna Andreu

Sonido
Marc PItarch

Banda sonora
Marc Pitach

Entrevistador
Álvaro Vazquez

Cámara y Sonido
Pablo De Otto

Cámara Auxiliar
Claudia Sol
Aurelien Cambert

Protagonistas
Miquel Casas Brugué
Martín Barriuso
Rafael Maldonado
Oriol Romaní
José Carlos Bouso
Joan Carles March
Vojislav Djordjevic
José Manuel De Otto
Martí Cànnaves
Pedro Caldentey
David Pere Martínez
Antonio Ramos
Abraham García
Carlos Pérez
Arantza Vidal
Bernat Pellisa
Marc Bes

Col.lectius que han col.laborat
Ajuntament de Rasquera
Hospital Vall d’Hebrón
Universitat Pompeu Fabra
DMT Advocats
Fundació IGenus
GANJAZZ Art Club
SUCS (Societat d’Usuaris de Cannabis Selecta)
MAMCUC (Movimiento Asociativo Mallorquín de Cultivadores y Usuarios de Cannabis)
Associació Cannábica NPK
CSC (Cannabis Social Club)
Asociación Cannábica PANNAGH
ABCDA (Associación Barcelonesa Cannabica De Autocultivo)
ABCC (Associació Balear de Consumidors de Cannabis)
Associació MACA (Movimiento Asociativo Cannábico de Autoconsumo)
Grow Shop All Green
Marihuana TV
Grow Shop Bio Tecnic

Agraïments
Ruben, Miki, David, Santi, Diego, Biescas, Beto, Sandra, Miriam, Carlos, Sergio, Paz Bregel, Estela Adriana, Bruno, Iñaki, Jaime, Andrea, Oscar, Pirates de Catalunya, MAMCUC, SUCS, NPK, CSC, y a la familia por estar ahí a tope.

La Nebulosa

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El San Canuto de AIRAM – La María Club

Nota de prensa.

Barcelona, 20 de enero de 2012

AIRAM, Asociación Independiente Recreativa de Autoconsumo y Medicinal, realizó el pasado 19 de febrero una conexión en directo a través de Livestream sobre la charla “La reducción de riesgos en el uso del cannabis” impartida por Paco Mascaraque con motivo de la celebración de San Canuto.

La asociación AIRAM “The Natural Alternative” nace en Barcelona como una entidad defensora de la legalización del cannabis e impulsora de su regulación para un consumo libre, transparente y responsable. Bajo un modelo de asociación privada, AIRAM reúne a individuos cultos, informados e implicados y sensibles a la causa, en esta ocasión para celebrar la señalada fecha de San Canuto: el día mundial con el fin de informar sobre el uso lúdico y terapéutico de esta planta.

El día empezó con fuerza desde primera hora de la mañana. La María Club, sede y lugar de reunión de la asociación, recibió apoyos y muchas reivindicaciones por parte de todos sus socios. Activismo, fuerza y sobretodo ganas de luchar eran los valores que se plasmaban en The Green Wall, un particular muro de las reivindicaciones desarrollado por iniciativa de la asociación que permitió presentar por escrito todos los comentarios, opiniones y críticas de los socios a modo de reivindicación colectiva.

Charla de Paco Mascaraque en AIRAM

Además de esta activa iniciativa, la atención se centró en la primera conexión en directo desde el club con la charla de Paco Mascaraque, un reconocido activista y responsable de varias iniciativas para la reducción de riesgos del consumo de cannabis. Fue la primera vez que se retransmitía un evento singular a través de redes sociales en el mismo instante que estaba sucediendo. La conexión livestream fue seguida por varios usuarios que pudieron disfrutar de la charla online durante 50 minutos, en los cuales se hicieron referencia a varios temas relacionados con el uso del cannabis y la importancia de poseer información de primera mano.

Desde AIRAM se lanzó un mensaje de apoyo a todas las manifestaciones reivindicativas, convocadas para el sábado 21 en Barcelona  (Plaza Sant Jaume) con el mismo motivo. La Asociación apoya esta y otras iniciativas que tienen por objetivo fomentar la participación ciudadana y el debate social alrededor del desarrollo del cannabis en aplicaciones terapéuticas, en pro del consumo responsable y en un contexto de información y transparencia.

Mas información en AIRAM.

Sin tiempo para escribir [002]

Penamoa continúa surtiendo de heroína en chabolas y coches en La Voz de A Coruña.

Ruiz Abellán pide que se revise la sanción de un joven multado por fumar tabaco de liar en La opinión de Murcia.

EEUU podría aprobar fármaco basados en ingredientes de marihuana en Univisión Noticias.

CannaPharmacia un Cannabis Social Club en las Islas Canarias en La Marihuana.com.

Ricardo Soberón: política de drogas peruana vuelve al pasado que demostró ser un fracaso en Encod.

Cannabis: ¿Fumar o no fumar? en Actualidad RT.

Intervienen 750 kilos de hachís en un cuartel en Qué!

La asociación que cultivaba marihuana informó a la Policía sobre su actividad en Diario de Ibiza.

[Actualizado] Nueva acción de la policía contra Pannagh

Actualización 14:25.
ANULADA la CONCENTRACION
La abogada de la asociacion nos ha recomendado paciencia en el dia de hoy, y que es mejor que no alteremos los animos de los policias.
Por lo que QUEDA ANULADA LA CONCENTRACION DE HOY DIA 15.
Estaros atent+s por si convocamos algo mañana o estos proximos dias.
Actualización 12:27.

Desde la asociación Pannagh os llamamos a reunirnos HOY delante de la comisaria de la Policía Municipal de Bilbo en Garellano, donde todavía estan detenidos y sin haber declarado Martin Barriuso, presidente de Pannagh y de FAC, y las dos personas trabajadoras de Pannagh.
La concentración la haremos hoy día 15 de noviembre a las 17 horas (5 de la tarde).
Difundidlo, ya que cuanta más gente seamos más cuenta se darán que no somos cuatro los que apostamos por la LEGALIDAD!!
Todavía no sabemos cuando pasaran a prestar declaración delante del juez, pero al parecer no va ha ser hasta mañana día 16.

La asociación Pannagh fue intervenida por agentes de la Policía Municipal de Bilbao la pasada tarde. Su presidente Martin Barriuso y varios de sus trabajadores permanecen detenidos a espera de que se les tome declaración.

Visto en el muro de Pannagh en Facebook.

Más info en el blog de Pannagh.

 

Comunicado de Eusfac

Los Clubes Sociales de Cannabis reclaman seguridad para sus actividades.

EUSFAC, entidad que agrupa a la mayoría de estas asociaciones en la CAPV, denuncia que sufren el acoso de los ladrones, falta de seguridad jurídica y competencia desleal por parte de falsas asociaciones.

Acudirán el día 26 de octubre al foro sobre el cannabis organizado por el Ararteko, a fin de solicitar una regulación legal clara y protección frente a los delincuentes.

Los Clubes Sociales de Cannabis (CSC) son asociaciones sin ánimo de lucro, formadas por personas adultas usuarias de cannabis, que organizan sus propios cultivos de cannabis en circuito cerrado para evitar a sus miembros los riesgos del mercado negro. Estos cultivos se amparan en la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre el llamado consumo compartido, lo que obliga a estas asociaciones a cumplir una serie de condiciones para no incurrir en delito, siendo las principales la distribución en circuito cerrado limitada a un grupo concreto y determinado de personas adultas y la ausencia de ánimo de lucro

A pesar de que una larga serie de resoluciones judiciales unánimes avala el carácter no delictivo de nuestras actividades, lo cierto es que el cultivo y tenencia de cannabis para el uso personal no están regulados con claridad. Este hecho genera una situación de inseguridad jurídica que ocasiona que ni las personas usuarias ni la propia policía tengan claros los límites de la legalidad, lo que provoca una serie de situaciones rocambolescas que explicamos a continuación.

Más robos y con más violencia.

Como todos los años, el final del verano ha supuesto el inicio de la campaña de robos de marihuana, un fenómeno que se ha hecho habitual en Euskadi y que este año ha tenido como triste novedad un llamativo aumento en el nivel de violencia con el que se producen este tipo de asaltos. Varias asociaciones de EUSFAC hemos sufrido robos con fuerza, intimidaciones e incluso asaltos con violencia. Cada día más se trata de grupos de delincuentes profesionales, perfectamente organizados, que venden luego el producto robado.

La situación respecto a los robos de cannabis es cada vez más explosiva. Las víctimas de robo, personas que en muchos casos cultivan para su propio consumo o el de su círculo más cercano, no se atreven a denunciar los ataques que sufren por miedo a ser denunciados a su vez por el mal llamado “delito contra la salud pública”. Ello hace que los ladrones se sientan seguros y se comporten con absoluto descaro, lo que está llevando a una peligrosa espiral que este año ya ha dejado un muerto en Cantabria, cuando un cultivador, cansado de sufrir robos y no poder denunciarlos, disparó contra un ladrón que entró en su casa a robarle las plantas.

Visto que el simple consumo de drogas ilícitas está despenalizado en el estado español desde 1974, EUSFAC exige que de una vez se determine algo tan elemental como el número de plantas que una persona puede poseer para su propio uso. De esta forma, las personas que cultivan su propia marihuana (restando de paso recursos al mercado ilícito) podrían obtener de las fuerzas de seguridad la protección que corresponde a lo que realmente son: Ciudadanos y ciudadanas que ejercen sus derechos sin perjudicar a los demás. No entendemos que se mantengan en vigor una legislación que, en la práctica, facilita el trabajo de los ladrones-traficantes y condena al miedo y a la clandestinidad a personas respetables que no cometen delito alguno.

En este sentido, EUSFAC hace un llamamiento a que se denuncien los robos de marihuana cuando se produzcan. Cultivar cannabis para el propio uso no solo es legal, sino además totalmente legítimo, y ya va siendo hora de que nos comportemos en consecuencia. Si no reclamamos nuestros derechos, incluyendo la legítima propiedad de nuestras plantas, nunca nos serán reconocidos. También animamos a las personas usuarias de cannabis a no comprar marihuana que sospechen que pueda proceder del robo, a fin de no fomentar esta práctica.

Cultivos con presunción de culpabilidad.

A pesar de lo anteriormente expuesto, EUSFAC quiere poner de manifiesto que se está produciendo un cambio en la actitud de las fuerzas de seguridad, en especial de la Ertzaintza, a la hora de abordar la cuestión de los cultivos asociativos de cannabis. Conscientes de que los tribunales llevan años avalando la legalidad de nuestras actividades, los agentes policiales intentan adaptar su forma de actuar a la realidad de la jurisprudencia. Sin embargo, esta realidad choca con el criterio de que, por principio, toda plantación de cannabis es ilegal y se debe intervenir cuando se tiene conocimiento de alguna de ellas.

Esto provoca situaciones paradójicas, como la reciente imputación (abierta a día de hoy) contra una asociación con precedentes judiciales favorables por presunto tráfico de drogas al ir a denunciar un intento de robo. Igual sucede en el caso de denuncias de particulares o del hallazgo casual del cultivo. Como consecuencia de ello, varias asociaciones de laFAC tienen casos abiertos en los tribunales, a pesar de que todos los casos judiciales anteriores nos han sido favorables. Para evitar en lo posible estas situaciones, las asociaciones de EUSFAC hemos decidido comunicar en lo sucesivo la ubicación de nuestros cultivos a la correspondiente comisaría de la Ertzaintza, algo que se ha empezado a llevar a cabo este año. Pretendemos así evitar intervenciones policiales innecesarias que causan un gasto público inútil y perjudican gravemente a muchas asociaciones.

Falsos clubes sociales: La adulteración llega al asociacionismo.

Desde EUSFAC queremos denunciar que, ante la falta de regulación y de control por parte de las autoridades competentes, está apareciendo un número creciente de asociaciones cuyo funcionamiento parece difícilmente compatible con la legalidad vigente. De hecho, su forma de actuar, más que a una asociación de personas usuarias, nos recuerda a los coffee-shops holandeses: Se trata de lugares de acceso prácticamente abierto donde se distribuye cannabis obtenido en el mercado negro, con absoluta opacidad fiscal y una gestión interna caracterizada por la falta de transparencia y la ausencia de democracia. En vez de defender los derechos de las personas usuarias, lo que hacen es enriquecer a sus promotores a costa de vulnerar los derechos de los mismos usuarios a los que dicen representar.

Consideramos que dichos grupos se están aprovechando de la labor llevada a cabo durante años por parte de las verdaderas asociaciones con objetivos que nada tienen que ver con los fines sociales que declaran para poder inscribirse legalmente. Como además se abastecen en el mercado negro, a cuyo mantenimiento contribuyen, se da la paradoja de que tienen menos problemas legales, ya que el control policial se concentra en los cultivos, algo de lo que estas falsas asociaciones carecen. De esta forma, quienes más intervenciones policiales y judiciales sufrimos somos precisamente los colectivos que nos esforzamos por respetar la ley.

De la autorregulación al control externo.

Las asociaciones de EUSFAC, ante el vacío legal existente, hemos establecido una serie de normas y mecanismos de autorregulación que permitan garantizar, en la medida en que lo permite la confusa situación actual, que funcionamos dentro de la legalidad. Reclamamos a los poderes públicos que correspondan a ese esfuerzo y, como corresponde a un estado de derecho, establezcan una regulación legal clara del autocultivo individual y colectivo de cannabis y se hagan cargo de esa labor de control preventivo que ahora llevamos a cabo los propios CSC.

Queremos destacar que todos los cultivos colectivos desarrollados por las asociaciones federadas están debidamente protegidos y señalados, con sus protocolos de actuación, la documentación completa de la asociación, su correspondiente peritación y notificados a la Ertzaintza, policías locales y diversas instituciones.

Los Clubes Sociales de Cannabis son una realidad asentada y con amplia aceptación social, ofreciendo una alternativa real al mercado negro para más de 3.000 personas. Apostamos por un modelo transparente, democrático y no lucrativo con una plena orientación de prevención y asistencia social que minimice los daños y riesgos, y potencie el uso responsable. En un momento en el que el debate sobre políticas de drogas ha llegado a un punto álgido, con cada vez más sectores reclamando cambios en políticas cuya inoperancia es evidente, creemos que los CSC son una opción de regulación con muchas ventajas y que podría implantarse de inmediato en numerosos países, como de hecho está sucediendo.

Hacia un modelo de regulación legal.

Las asociaciones de EUSFAC venimos desarrollando desde hace años diversas iniciativas políticas para conseguir una regulación clara que respete nuestros derechos y acabe con esta situación kafkiana. Entre estas iniciativas se encuentra la comparecencia en la Comisión de Justicia e Interior del Parlamento Vasco el pasado año 2010, de la que aún esperamos resultados prácticos y diversas reuniones mantenidas con diversas instituciones, entre ellas el Ararteko, al que pedimos amparo ante la anormal situación que padecemos.

Fruto de esas gestiones es el foro “Cannabis, usos, seguridad jurídica y políticas”, organizado por el Ararteko para el día 26 de octubre en Donostia, donde se darán cita diversas instituciones (policía, fiscalías, poder judicial, Gobierno Vasco…) y expertos para, entre otras cosas, tratar de hallar una manera de regular la producción, distribución y uso de cannabis más justa y eficaz, foro en el que EUSFAC, entidad promotora del evento, será uno de los principales ponentes.

Donostia, 19 de octubre de 2011

EUSFAC