Desde la llegada de la pandemia a nuestro país, muchos españoles han comenzado a vigilar con mucha más atención su salud, prestando especial atención a la aparición de síntomas que puedan derivar en enfermedades más graves de lo que en un principio puedan parecer. También cabe mencionar los cambios en la dieta que han llevado a cabo para garantizar la obtención de los nutrientes esenciales, así como el uso cada vez más prominente de remedios naturales de medicina alternativa, cuyas propiedades podemos aprovechar para nuestro beneficio.
El cannabidiol y sus formas de distribución
Este es el caso del cannabidiol, un compuesto químico también conocido como CBD que se obtiene a partir de la planta Cannabis Sativa y que se distribuye en todo tipo de formatos. Uno de los principales usos que se le da al CBD es para el trastorno convulsivo, aunque también sirve para el tratamiento de la ansiedad, el dolor, trastornos musculares… entre otros. Por supuesto, los beneficios que el CBD es capaz de proporcionarnos se verán influenciados por el tipo de producto en el que venga incluido. Veamos, con más detalle, las formas de distribución de este remedio natural tan particular.
Productos de cosmética con CBD
Uno de los formatos de distribución que más sorprende a aquellos que comienzan a informarse acerca de las propiedades del CBD se trata de los productos de cosmética. Empleado como ingrediente exótico en todo tipo de cremas, serums y limpiadores faciales, las empresas buscan explotar las propiedades anti inflamatorias, antioxidantes e hidratantes que la caracterizan para combatir las rojeces, pieles irritadas y exceso de sebo. En caso de que estés interesado en adquirir productos de cosmética con CBD en ellos, recuerda consultar el catálogo de una tienda cbd especializada en la venta de estos artículos para asegurar la calidad de tu compra.
Conoce los aceites de cannabidiol
Sin duda la forma más popular en la que se distribuye el CBD, los aceites de este compuesto permiten a sus usuarios disfrutar de sus propiedades beneficiosas por medio de administración sobre la piel, sublingual e, incluso, a alimentos y bebidas. Cabe destacar que esta última es la manera más lenta de absorción del cannabidiol, pero la que consigue que los efectos perduren durante más tiempo. Las tiendas especializadas en la venta de este tipo de productos distribuyen aceite de CBD en diferentes concentraciones, por lo que deberás determinar cuál es la más adecuada para ti antes de realizar la compra.
Los cogollos de CBD
Otra forma en la que se distribuye el cannabidiol es a través de las propias flores o inflorescencias de la planta femenina del cáñamo, conocidos comúnmente bajo el nombre de «cogollos». Cuando dicha flor alcanza la plena floración, estos cogollos segregan cannabinoides y resina y, debido a los procesos de producción empleados, estos cogollos consiguen altas concentraciones de CBD sin incluir semilla. En lo que respecta al porcentaje exacto de la concentración de este compuesto, por lo general dependerá de la cepa de cada planta empleada, así como del método de cultivo empleado.
Sweet Seeds se ha convertido en un banco de semillas de marihuana de referencia gracias a la calidad de sus productos. Con 10 años de dedicación plena al cuidado de la selección y producción de semillas femeninas ya cumplidos, Sweet Seeds ha conseguido ir ampliando su catálogo de semillas con un interesante número de plantas autoflorecientes y feminizadas.
Unas versiones originales de su laboratorio de desarrollo de genéticas del banco, del que también han salido variedades como la Fast Version, una variedad de la que son creadores y que tiene como característica principal una floración más temprana e idénticas cualidades, haciendo posible su cosecha hasta dos o tres semanas antes.
En la actualidad, en su catálogo podrás encontrar las mejores semillas de marihuana autoflorecientes. ¿Nos acompañas a conocerlas?
¿Qué son las semillas de marihuana autoflorecientes?
Las semillas de marihuana autoflorecientes son aquellas variedades de cannabis que comienzan su período de florecimiento cuando completan el período fijo de vegetación, sin depender de la duración del fotoperíodo para pasar de esa etapa vegetativa a la reproductiva.
Sweet Seeds se ha implicado en cuidar de manera especial su selección de madres para conseguir semillas de gran calidad y con una gran variedad de aromas, sabores y cualidades quimiotípicas. Su uso se ha extendido mucho porque funcionan bien tanto en exteriores como en interiores.
Variedades de semillas autoflorecientes más vendidas en Sweet Seed
Entre las variedades de semillas de marihuana autoflorecientes mejor valoradas y más vendidas en Sweet Seeds se destacan:
Gorilla Girl XL
Gorilla Girl nace del trabajo del equipo de Sweet Seeds en su busca de una variedad más alta, potente, mucho sabor, más producción y hasta un 25% de THC. Además, su planta comienza a dar frutos transcurridas unas nueve semanas dese su germinación, siendo muy sencilla de cuidar y obteniendo buenos resultaos tanto en interiores como en exteriores. La producción se estima en unos 160 gramos por planta y su sabor y aroma se caracteriza por sus notas afrutadas y dulces.
Crystal Candy XL
Esta es una de las variedades mejor valoradas del año 2020, siendo una de las más sabrosas y con una gran producción. Las plantas presentan una talla alta, llegando incluso a superar el metro de altura y presentando cogollos densos. Desde su germinación tan solo tardan 8 semanas en estar preparadas, siendo igualmente válidos tanto interiores como exterior. Es muy sencilla de cultivar y ofrece hasta 650 gramos por metro cuadrado, unos 300 gramos por planta. Su sabor y aroma es dulce, mezclándose los aromas de frutas como el melón maduro, la fresa ácida y el chicle.
Red Poison
Esta es también una de las semillas más populares de Sweet Seeds, especialmente por el exótico origen de una de las marihuanas empleadas para su creación, Kush pakistaní, y por las llamativas colores rojos, violetas y rosas que presenta. La planta es una mezcla entre la Green Poison y esa marihuana exótica. Es una planta fuerte que puede alcanzar hasta el metro veinte de altura. Su color es rojo intenso y posee un sabor y aroma intenso, dulce y afrutado. Su rendimiento es de entre 35 y 175 gramos por planta en exteriores y entre 400 y 550 gramos por metro cuadrado en interiores.
Cultivar marihuana es este país es fácil, si eres empresa y te vas a dedicar a la venta como medicamento derivado del cannabis.
La investigación es más complicada.
Y esta burocracia hace que algunos investigadores ni lo intenten. «Es cierto que, al no ser legal, te planteas menos cosas por las trabas que encuentras si quisieras utilizar la planta entera», concede Ekaitz Agirregoitia, investigador al Universidad del País Vasco y miembro del Observatorio Español de Cannabis Medicinal, quien también trabaja con los compuestos.
Hace muchos años tuve el placer de conocer a Isidro Marín, sus textos sobre historia de la Marihuana y sus estudios sobre la ayahuasca dan mucho para leer.
La noticia ha aparecido en agosto de este año en todos los periódicos del mundo con mucho bombo y platillo. Ha aparecido en El País, Clarín, La Vanguardia, Cosmopolitan, el Diario Sudafricano de Ciencia, Diario Popular, The Independent, El Comercio, La Nación, 20Minutos, Opinión, la BBC, USA Today, etc… Todas ellas hablan del reciente descubrimiento de unas pipas en la casa del conocido dramaturgo. Pero esa noticia no es nueva, tiene ya 14 años de antigüedad. Yo la leí en el periódico El Mundo el 3 de marzo de 2001 cuando estaba realizando mi tesis doctoral sobre el movimiento cannábico y escribiendo mi libro sobre Historia Conocida o Desconocida del cannabis (2003). Incluso apareció en un número del año 2003 en la revista Yerba titulado “El poder veneciano en los siglos XIII-XV y la Inglaterra de William Shakespeare”.
William Shakespeare, nació en la primavera de 1564 en la ciudad de Stratford-upon-Avon (Inglaterra). Su padre, John, que fue concejal y fabricante de guantes. Su madre se llamaba Mary Arden que procedía de una acomodada nobleza campesina. El poeta habría cursado durante unos seis años Grammar School o escuela primaria, cuya materia básica era el latín. Anne Hathaway, ocho años mayor que él, con la que se casaría en 1582, le dio dos hijos, Hamnet y Julia. Autor de «Romeo y Julieta», «Hamlet», “Antonio y Cleopatra” entre otros títulos universales. En “Hamlet” su padre murió vertiendo zumo de beleño en su oreja (Callejo, 2006). En 1610, William Shakespeare retornó a su pueblo natal. Murió el 23 de abril de 1616.
¿CONSUMIDOR DE MARIHUANA?
Dicen que su talento podría deberse «no tanto a un cerebro privilegiado sino al consumo de marihuana», según dos científicos de Sudáfrica (El Mundo 3/3/2001). Un artículo que apareció en el periódico «The Independent on Sunday», decía que el paleontólogo Frances Thackeray de la Universidad de Witwatersarandm, en Johannesburgo y el catedrático Nick van der Merwe de la Universidad del Cabo, hicieron un estudio basado en pruebas forenses para así probar que Shakespeare escribió bajo la influencia del cannabis. Ambos hombres, en colaboración con científicos de laboratorios policiales en Pretoria (Sudáfrica), el inspector Tommy van der Merwe, realizaron un análisis químico no destructivo usando tecnología forense en el laboratorio de narcóticos de la policía de Sudáfrica. Utilizaron una técnica llamada cromatografía de gases-espectometría de masas (GC-MS), para analizar el contenido de 24 restos de pipas de arcilla recuperadas de la residencia llamada «New Place», que Shakespeare tenía en Stratford-upon-Avon. Los retos de las pipas son de principios del siglo XVII. En ellas se ha encontrado en 8 restos de pipas cannabis, en dos restos de pipas se han encontrado “rastros de cocaína”, tabaco, alcanfor y extracto de nuez moscada. Se fumaba en pipas de arcilla.
El tabaco fue introducido por Sir Francis Drake y Sir Walter Raleigh en los días de Shakespeare en la Inglaterra isabelina; concretamente Sir Water introdujo el tabaco en Inglaterra desde América del Norte, desde Virginia. En el artículo se indica que Drake había estado en Perú en 1597. John Gerard publicó su Herbario ese mismo año en 1597 en donde aparece el “beleño de Perú” que se puede asociar con la hoja de coca. En el artículo publicado en el diario británico The Independent, Thackeray señaló que en el siglo XVII se consumían diversas clases de tabaco en Inglaterra, incluida la hoja traída desde Norteamérica, con nicotina, y el obtenido de la hoja de coca procedente de Perú.
El artículo “científico” de Francis Thackeray (2015) afirma que “Shakespeare pudo haber sido consciente de los efectos nocivos de la cocaína… Shakespeare prefirió el cannabis como un estimulante para su mente”. Mi opinión es que Francis Thackeray olvida que los primeros arbustos de coca fueron llevados en 1750 de Sudamérica hacia Europa y que en 1859 se alcanzó por primera vez el aislamiento del alcaloide por Albert Niemann. En 1898 se logró la explicación de la constitución y en 1902 la síntesis por Richard Willstätter. Así que es imposible que Shakespeare consumiera cocaína por mucho que aparezca en la cromatografía de gases-espectometría de masas.
Thackeray dice que incluso algunas palabras de Shakespeare describen influencias alucinógenas y menciona que el poeta y autor teatral escribió sobre «la invención de una conocida hierba». En su soneto número 76: “¿Por qué escribo siempre de lo mismo, de una cosa tan sólo,/ y mantengo invención en conocida hierba,/que cada palabra me menciona casi,/ revela su nacimiento y procedencia?”
Se refiere a «una conocida hierba» y a un «extraño compuesto». Y en el soneto número 27 escribe un «viaje dentro de su cabeza». “Cansado de viajar busco en el lecho//Reposo para los rendidos miembros,// Mas otro viaje iniciase en mi mente// Cuando el cuerpo concluye sus trabajos.”
Para Thackeray está claro: la hierba en cuestión sería la marihuana; el extraño compuesto, un preparado alucinógeno y el viaje, un colocón. Por creer, Thackeray cree que la «décima musa» de la que da cuenta Shakespeare en su soneto número 38 podría ser el cannabis. Shakespeare no hizo una mención explícita a las propiedades alucinógenas del cannabis a causa de las posibles asociaciones con la brujería. Shakespeare estaba familiarizado con los trabajos de François Rabelais (1495-1553) que había trabajado con el cannabis.
El cannabis ya se conocía en Inglaterra en el siglo XVII pues fue llevada por exploradores europeos que atravesaron el sur de África donde sabían del uso del cannabis entre la población indígena de esas tierras. El cáñamo se empleaba para fabricar cuerdas o lienzos en esa época en Inglaterra. Incluso el papel en el que se imprimieron algunas de las primeras obras estaba hecho a base cáñamo. Se pretendía conseguir más cáñamo a cualquier precio en Inglaterra.
En 1663 se pasó una ley que cualquier extranjero que se estableciera en Inglaterra o Gales y estableciera una industria relacionada con el cáñamo en tres años podría tomar el juramento de fidelidad al rey y tener los mismos derechos y privilegios que los ciudadanos nacidos en Inglaterra.
La palabra inglesa canvas (lienzo) se deriva de cannabis en referencia a su uso en forma de fibra (Rudgley, 1999, 92). El cannabis era conocido en Inglaterra como “mala hierba del cuello”, “hierba de la horca” (las sogas en aquella época estaban hechas de fibra de cáñamo) o “perejil de Gales”. En partes de Gran Bretaña (en la frontera de Gales, Herefordshire y Oxforshire) los cañamones se utilizaban para adivinar el futuro. Con el fin de adivinar el futuro esposo, una chica tenía que ir sola a la hora de las brujas (de noche) al patio de una iglesia, allí tenía que ir lanzando los cañamones sobre su hombro izquierdo e ir recitando dicho encantamiento: “Semilla de cáñamo siembro, semillas de cáñamo cultivo./El que tenga que desposarme,/venga a mí y siegue.”
Si la chica era afortunada, la forma fantasmal de su futuro marido aparecería detrás de ella segando con su guadaña. Si no era tan afortunada, al volverse vería un ataúd, lo cual significaba que moriría joven y soltera (Rudgley, 1999, 92). La tradición en Irlanda era parecida, las jóvenes doncellas sembraban cañamones durante la víspera de Todos los Santos, creyendo que si así lo hacían descubrirían el espíritu de su futuro marido (Abel, 1980).
Bibliografía
Abel, E.L. (1980). Marihuana: The first 12,000 years. Plenum Press, Nueva York
Callejo, J. (2006). Breve historia de la brujería. Ed. Nowtilus S.L.
Marín Gutiérrez, Isidro (2003). Historia conocida o desconocida del cannabis. Megamultimedia. Málaga.
Rudgley, R. (1999). Enciclopedia de las substancias psicoactivas, Paidos Divulgación, Barcelona
Thackeray F. Shakespeare (2015). Plants, and chemical analysis of early 17th century clay ‘tobacco’ pipes from Europe. South African Journal of Science. 111(7/8), Art. #a0115, 2 pages. http://dx.doi.org/10.17159/sajs.2015/a0115
El 30 de junio de 2015, el Dr. Osvaldo Trujillo Godoy, neurólogo especializado en Trastornos del movimiento y Parkinson, brindó una charla abierta en nuestra Liga Chilena contra el mal de Parkinson. El tema central fue el uso terapéutico de la marihuana (cannabis) en la enfermedad de Parkinson, en base a los estudios científicos que se han realizado. La charla buscó evitar los prejuicios que tanto condicionan el tratamiento de este tema, abordándolo con evidencia científica, prudencia y apertura, tanto por parte del doctor Trujillo como de los asistentes.
El Dr. Osvaldo Trujillo Godoy se desempeña en nuestra institución y otras importantes instituciones y cuenta con una vasta trayectoria profesional en neurología y, particularmente, trastornos del movimiento. Agradecemos que abordara este tema, del que poco se habla públicamente por parte del sector médico y científico, y aportara con ello saber científico y explicaciones basadas en ese saber.
El especial recorre la historia conocida, pero también la más sorprendente, de esta droga en EE UU. La marihuana es el cultivo más importante de ese país, pues genera 36.000 millones de dólares de ingresos anuales. Mientras muchas personas piensan en la marihuana como una droga que no entraña riesgos, otras la consideran la entrada al consumo de otras sustancias más duras. Esta circunstancia ilustra bien la paradoja que gira alrededor de esta droga, reforzada por el hecho de que mientras el Gobierno norteamericano se gasta más de 100.000 millones de dólares en combatir su importación, venta y distribución, 14 estados de EE UU la han legalizado para fines médicos. Los espectadores descubrirán de una forma novedosa y fascinante la evolución que ha experimentado la marihuana desde el punto de vista legal y social.
Growmed 2013 ya está casi listo y queremos celebrarlo con nuestros seguidores más fieles, dedicándoles el primer acto de presentación.
Ayúdanos a grabar una flashmob con ropa azul y en tu email recibirás una entrada gratuita. La chica Growmed regalará una semilla de Buddha Seeds e inscribirá tu email. ¡Promoción limitada a los 100 primeros participantes!
Fumarla, ser inspirado por ella, curarse gracias a sus virtudes terapéuticas, crear… ¿y también comer? Nuestros conocimientos del cannabis como alimento se limitan a una tarta o pastelitos en alguna fiesta del instituto, pero hay todo un mundo relacionado con el cáñamo como fuente de alimento. Como se puede leer en la página del Hemp Museum de Barcelona , las cáscaras de las semillas son una gran fuente de fibra mientras que el grano puede usarse para multitud de recetas (desde salsas a quesos de origen vegetal). Hoy en día, cuando páginas como zamnesia ofrecen multitud de semillas de marihuana para autocultivo, podemos tener en casa un nuevo ingrediente de repostería además de algo para fumar. De hecho, la red está llena de recetas de cannabis que harían las delicias de cualquier gourmet. Pero, ¿cuáles son las diferencias en el efecto que causa la marihuana fumada o ingerida? Como afirma el Doctor Juan José Llopis, médico de la Unidad de Conductas Adictivas de Castellón, el riesgo es que el efecto de comer marihuana es más tardío, por lo que el consumidor toma más cantidad que si la fumara (al tener un efecto más inmediato). Además, la sustancia es más activa en el estómago. El doctor también recuerda los síntomas de intoxicación por marihuana, que incluyen alucinaciones, delirios, crisis de ansiedad y mareos. Pero no hace falta ir tan lejos. Como en todo, en el medio está la virtud. Al asomarnos a cualquier smartshop se despliega un menú parecido al de cualquier restaurante. ¡En nuestra mano está empacharnos o saborear lo que la tierra nos da!
Expocannabis, el Foro del cáñamo y las Tecnologías Alternativas más importante de España, especializada en el uso terapéutico y la usabilidad del cannabis en el sector industrial, alimentación, construcción y cosmético, celebra su octava edición en La Cubierta de Leganés, los próximos 5, 6 y 7 de octubre.
La Feria del Cáñamo, organizadora de Expocannabis (Madrid), Spannabis (Barcelona) y Expocannabis Sur (Málaga), suman más de 50 mil visitas totales en sus ediciones anteriores. Y en concreto, en la última edición de Expocannabis Madrid, con sus 15 mil asistentes,demostró una gran acogida de público y una enorme expectación, que cada año intenta superar con nuevas propuestas del sector cannábico. La organización ha avanzado una agenda de ponencias y debates que la harán única en el circuito de Ferias y Foros del sector, con un objetivo: promover la consolidación, normalización y cultura del cáñamo.
El foro contará con profesionales (médicos, psicólogos, abogados y activistas) que discutirán temas relacionados con el uso del cannabis, desde técnicas de cultivo hasta sus aplicaciones en el uso industrial.
Por otra parte, los asistentes también podrán disfrutar de la parte más lúdica del Foro, asistiendo a los Sound System que se organizarán durante el fin de semana; y sus stands informativos, como los servicios de análisis de THC y CBD, prestados por la ONG, Energy Control.
En su octava convocatoria, Expocannabis contará con 70 expositores, 150 empresas, y 12.000 m2 para los profesionales y visitantes que se acerquen al Foro para conocer las últimas tendencias del sector del cannabis.
«El riesgo es falso; ¿olvidamos que a Al Capone y el crimen organizado los inventó la cruzada contra el alcohol?»
Amante de los juegos de palabras e irónico ante las preguntas demasiado evidentes, Antonio Escohotado (Madrid, 1941), abanderado de la legalización de las drogas, asunto que le llevó la semana pasada al foro Rototom, en Benicàssim, es autor de «Historia general de las drogas». Ha publicado, también, «El libro de los venenos», «Para una fenomenología de las drogas» y «Aprendiendo de las drogas».
NACHO MARTÍN – BENICÀSSIM Si alguien pretendió patentar alguna vez las entrevistas convencionales y «facilonas» de pregunta-respuesta, lo cierto es que no lo hizo pensando en Antonio Escohotado, un personaje que de forma simpática e indoblegable te arrastra a esfuerzo mental de dobles sentidos; de esos repletos de posos entre las líneas del café.
–Se ha hablado de la regulación legal del cannabis como solución a la crisis global. ¿Cree realmente que es así? Incondicionalmente, sí. Ofrecería una tremenda cantidad de puestos de trabajo en un momento que se necesita; y vendrían muchas más personas. Holanda lleva haciendo esto muchísimos años con buenos resultados, manteniendo a 100.000 personas solo con el negocio de los coffee-shops. Aquí podríamos triplicarlo con menos coste energético.
–¿Y por qué no se hace? Solo nos detiene la hipocresía. Hace años en España era más fácil legalizar la marihuana que la homosexualidad, y se optó por legalizar la homosexualidad y no la marihuana. Y que Dios bendiga la homosexualidad legalizada, pero también la legalización de la marihuana. La legalización de la ebriedad.
–¿No comportaría riesgos para la salud de la sociedad? No hay ningún riesgo para la salud, no son más que datos falaces, y los detractores han conseguido mil puestos de venta en la calle. El que diga que fumar está difícil en España es hipócrita o ignorante. En Holanda han pasado 40 años y el consumo ha bajado en un 20%. Y déjeme que le hable del peligro. El principal inconveniente es una generación de jóvenes que se dedica a fumar todo el día y que pierden su tiempo sin sacar sus estudios porque es accesible, porque, ¿cómo la obtendrían si no? Los porros están, y de lo que se trata es de saber si esos porros van a pagar impuestos y dar puestos de trabajo y vamos a dejar de tener esa red criminal light.
–¿Y en cuánto a la salud? ¿Tendría efectos nocivos? La marihuana no tiene más efectos negativos que los alquitranes de la combustión. Nadie ha muerto por abuso de marihuana y sí por el de aspirinas. La diferencia entre las drogas legales e ilegales es la diferencia entre el agua bendita y la del grifo.
–¿Y respecto a los riesgos psicológicos? La marihuana en coffee-shops tendrá menos puntos de venta y ya le digo que en Holanda consumen un 20% menos. Hace tiempo que lo vengo diciendo y no se quiere escuchar. Más claro, el agua, pero del grifo, que la bendita suele ser turbia. Se vende la idea de que la droga es el mal, pero es al contrario. Las drogas son neutras, son las personas las que son plastas o esquizofrénicas.
–¿Cuál es la historia de la droga que no nos han contado en el colegio? ¿Por qué es importante conocerla? Pues si hubieran llegado a ponerla en Bachillerato a mí personalmente me habría beneficiado con una tirada de miles de ejemplares. Pero no lo han hecho. La historia es importante conocerla en general para evitar camelos. El problema es que hay gente que se niega de antemano a escuchar, y al decir que la droga es el mal lo único que consiguen es que sus hijos sean drogadictos autoconsentidos.
–¿Es la cruzada mundial contra la droga una causa de sufrimiento y violencia? La guerra contra la droga la declaró el presidente de EE.UU. Nixon en los años setenta y se acabó como tarde en 2000. Ha ido creciendo una tolerancia creciente a un consumo creciente. Una amnistía secreta. Y en México, 40.000 muertos por la guerra contra la droga; menudo éxito… ¿Todavía habrá que recordar que a Al Capone y el crimen organizado se los inventó la cruzada contra el alcohol?
–¿Son ciertos los viajes místicos y de búsqueda de conocimiento a través de la droga? A mí no me toca tanto ese tema. El uso de la droga es para producir un placer moderado. Lo de los viajes místicos y la búsqueda de conocimiento con la droga no es mi rollo, pero alguna vez sí he viajado con aprovechamiento. Y claro que existen los viajes místicos. Son una religión. Hay por ejemplo dos o tres cultos a la Ayahuasca, una droga 600 veces más potente que la marihuana. Y los riesgos son bobadas. Lo único es que puedes tener un viaje malo, pero nadie ha muerto de eso.
–¿Cuál es el mensaje más importante que quiso dejar en el foro social del Rototom? La moderación es la elegancia. La elegancia es moderación, y esta palabra viene de elegir.
Últimamente el número de asociaciones de consumidores de cannabis está aumentando exponencialmente, y no existe una posición clara al respecto por parte del estado, lo que provoca situaciones de intervención policial, inseguridad jurídica y malestar social.
Nuestro principal y único objetivo es dar a conocer a la gente esta situación,en un debate que entedemos que debe ser social. Un debate que debe normalizarse y estar en boca de todos. ¿Es bueno para la sociedad lo que hacen estas asociaciones? ¿Es perjudicial? ¿Que consecuencias puede tener la normalización de este tipo de asociaciones?
Dando pequeñas pinceladas de los aspectos más importantes de esta situación pretendemos dar herramientas a la gente para que pueda opinar y decidir.
Protagonistas Miquel Casas Brugué Martín Barriuso Rafael Maldonado Oriol Romaní José Carlos Bouso Joan Carles March Vojislav Djordjevic José Manuel De Otto Martí Cànnaves Pedro Caldentey David Pere Martínez Antonio Ramos Abraham García Carlos Pérez Arantza Vidal Bernat Pellisa Marc Bes
Agraïments Ruben, Miki, David, Santi, Diego, Biescas, Beto, Sandra, Miriam, Carlos, Sergio, Paz Bregel, Estela Adriana, Bruno, Iñaki, Jaime, Andrea, Oscar, Pirates de Catalunya, MAMCUC, SUCS, NPK, CSC, y a la familia por estar ahí a tope.
En el número 8 de esta revista (Cáñamo) publiqué una largo artículo al que titulé Marihuana: Manual de debate. Mi intención entonces era hacer ver la importancia de sostener un discurso alternativo al del prohibicionismo, dominante en los medios de comunicación, en el que primen los argumentos y los hechos frente a la propaganda oficialista. Para ello, tuve la intención de sintetizar en pocas páginas algunas estrategias y tácticas clásicas de debate, pero orientadas a dar más fuerza y credibilidad a los argumentos utilizados para defender el fin de la prohibición de la marihuana. Cincuenta número más tarde, mucho ha llovido. Un público fiel ha consolidado esta publicación, y han aparecido elementos nuevos que intervienen en este debate. Cuestiones cómo la marihuana medicinal, o el auge del autocultivo como alternativa a la prohibición no fueron incluidas en aquel manual. También quería reestructurar algunas partes de su contenido y, en definitiva, ofrecer un compendio mejor que el que intenté en su momento. Por otra parte, el gran crecimiento que ha tenido el asociacionismo antiprohibicionista en nuestro país, y el previsible interés de los medios de comunicación en una cuestión cada vez más controvertida, hacen necesario que empecemos a consolidar un discurso antiprohibicionista sólido, coherente y creíble, y que sepamos transmitirlo. También la eficaz estrategia de «salir del armario» para mostrar la normalidad del consumo en todos los ámbitos sociales debe apoyarse en la percepción clara de la fuerza racional y moral de nuestros argumentos. De ahí la importancia del debate abierto sobre la legalización en todos los ámbitos sociales.
Este manual está destinado a cualquiera que pretenda defender, en un debate público, ya sea por televisión, en el bar, o en casa con la familia, que el uso, consumo y comercio de marihuana y derivados no debe perseguirse. Aunque algunos de los argumentos y estrategias indicadas sirven en general para debatir sobre la legalización de las drogas, mi objetivo aquí es centrarme, preferentemente, en el caso del cannabis.
Este texto ni es ni pretende ser profundo y exhaustivo. Véase más bien cómo una chuleta de examen donde, apretado y condensado, se intenta hacer caber todo, aunque por supuesto no sustituya a los libros de texto.
Algunos aspectos generales
El debate es una herramienta estratégica para el antiprohibicionismo, una arma esencial que conviene conocer. En cada caso hay que tener en cuenta de que tipo de debate se trata, a qué público va dirigido y de que tiempo dispondremos; eso nos permitirá fijarnos una estrategia para priorizar nuestros argumentos. Pero, en cualquier caso, los objetivos son:
Introducir elementos de duda en quienes son de entrada reacios a nuestros planteamientos o, sencillamente no se habían planteado antes estas cuestiones.
Reforzar y consolidar las opiniones de quienes ya son contrarios a la prohibición.
Informar y aportar datos que normalmente son desconocidos para gran parte del público y que son esenciales para la discusión.
Conozcamos el tema para poder debatirlo.
No podemos hacer un papel digno en una discusión sin conocer mínimamente el asunto del que hablamos. Muchos debates se pierden por pura ignorancia de los datos y argumentos que servirían para rebatir los que aporta el contrario. Afortunadamente hoy se dispone, ya sea en Internet, en revistas como Cáñamo, o en la abundante bibliografía sobre el tema, toda la información necesaria sobre la cuestión. Es bueno llegar al debate con los deberes hechos de casa.
Algunos datos importantes sobre el cannabis:
La humanidad viene usando la marihuana desde hace 6000 años, para relajar tensiones y por sus virtudes medicinales. No se conoce ningún caso en la historia médica de muerte atribuida al cannabis, mientras que sólo en nuestro país mueren cada año unas 50.000 personas debido al tabaco y 30.000 personas debido al alcohol; drogas legales ambas.
Está demostrada la utilidad de la marihuana, ingerida o fumada, para aliviar determinadas dolencias: nauseas asociadas a la quimioterapia, dolores por esclerosis múltiple, glaucoma, etc.
El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome abstinencial aun cuando se haya consumido habitualmente.
La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear dependencia, por debajo incluso que la cafeína.
Los grandes informes encargados por los gobiernos de Inglaterra, EE.UU., Canadá, etc., han constatado sus mínimos riesgos, lo peligroso y contraproducente que resulta criminalizar a los usuarios y han recomendado despenalizar o legalizar su uso.
Sistemáticamente, sus resultados han sido desestimados por los gobiernos que los encargaron.
Centremos la discusión: Delimitar y definir el tema del debate.
Es conveniente dejar pronto establecida la tesis que queremos defender. Eso nos servirá como referencia para ceñirnos a lo esencial, y como eje sobre el que centrar la discusión si el adversario intenta llevar la discusión a otros terrenos, pues en los debates sobre drogas hay tendencia a mezclarlo todo. Hay que evitar las celadas: si intentamos mostrar lo dañino que resulta meter a gente en la cárcel por plantar marihuana, no debemos acabar discutiendo si la heroína debe o no venderse en los supermercados. Hay que centrar la cuestión y reencauzar el debate tantas veces como haga falta: «Ésa es una cuestión interesante y me encantará poderla discutir contigo en algún momento, pero de lo que ahora estamos hablando es de…»
Un buen punto de partida podría ser algo parecido a esto.
La prohibición del cannabis es ineficaz, pues no consigue sus propósitos de detener el consumo. es dañina, pues añade problemas a los que pretendía resolver y criminaliza a los usuarios. es absurda: sólo un experimento social fracasado que perdura por inercia histórica, sin que pueda sostenerse desde ninguna base científica.
Así pues, las preguntas clave en un debate sobre la legalización de la marihuana son:
¿Debemos encarcelar o perseguir policialmente a quienes producen, venden o consumen cannabis?
Aun asumiendo la posible existencia de riesgos en su consumo, ¿justifican éstos el uso de la policía, el ejército, la justicia y la cárcel para evitarlos? ¿No sería más razonable regular que prohibir?
¿Cuáles son los efectos colaterales de la prohibición por lo que respecta a la salud, los derechos civiles, la corrupción del aparato estatal, etc.?
Cuestiones-trampa que conviene evitar.
Hay aspectos del debate en lo que es inútil y contraproducente enzarzarse con el adversario. Ponerse a debatir sobre porcentajes, sobre resultados de informes o sobre declaraciones a favor en contra de tal o cual experto, acostumbra a no llevar a ningún lado. No quiero decir que no sean aspectos interesantes o debatibles. Simplemente advierto de que son terrenos cenagosos, en los que es fácil perderse sin avanzar hacia los puntos importantes.
Algunos ejemplo de cuestiones-trampa
La trampa de la no inocuidad
¿El cannabis es inofensivo o peligroso?. Es un debate estéril, y el mismo hecho de entrar en el juego, implica la aceptación tácita de que, si entrañara algún peligro, debería prohibirse. Cómo en muchas otras facetas de la vida, se trata de conocer y manejar los riesgos. Es esta una de las trampas más utilizada por los prohibicionistas: centrar la discusión en potenciales riesgos sanitarios, psicológicos, etc., como si la causa de la prohibición fuera sanitaria y no moral.
Es importante entender el peligro que comporta encerrarse en la discusión sobre la inocuidad del cannabis o de cualquier otra cosa. El concepto de inocuidad no existe, sólo el de grado de peligrosidad tolerable.
La trampa de las estadísticas, los estudios y las investigaciones
Muchos debates acaban convirtiéndose en una cita constante de informes y contrainformes, de estadísticas y contraestadísticas. Para cualquier necedad, podremos encontrar cifras y estudios que la avalen, principalmente si no hay tiempo ni posibilidad de contrastarlos públicamente. Recordemos que, según una frase popular, mucha gente utiliza las estadísticas del mismo modo que los borrachos las farolas, no para iluminarse sino para sostenerse. Y recordemos también que todo lo anterior nos lo pueden aplicar a nuestras citas. Por otra parte, disponemos de suficientes argumentos como para justificar nuestra posición más allá de los datos estadísticos o médicos.
Argumentos cortos y poderosos.
En un debate, el tiempo es un elemento estratégico esencial. Tengamos presente que hemos de dirigirnos a quienes NO piensan como nosotros, y no asumen, por tanto, las mismas cosas que nosotros podemos dar por sentadas. Debemos intentar usar argumentaciones que introduzcan elementos contundentes y que, cuando menos, siembren la duda respecto al enfoque que se da actualmente a esta cuestión.
Algunas ideas básicas:
Los males de la prohibición.
Tiene que quedar claro, no sólo que la prohibición es injusta e inefectiva, sino que, además, tiene enormes costes y genera enormes problemas. La siguiente es una pequeña lista de ellos:
Adulteraciones. La legalización permitiría conocer exactamente qué se consume, de qué calidad es, y evitar los adulterantes que contiene el hachís procedente del mercado negro. Este es un ejemplo de como la prohibición atenta contra la salud pública que dice defender.
Dificultad de acceso de los enfermos La prohibición provoca que Un producto usado en medicina desde hace miles de años, y de reconocida utilidad para enfermos de cáncer, SIDA o esclerosis múltiple, quede restringido al mercado negro con los riesgos que eso conlleva.
Mezcla de mercados Al unificarse en un mismo mercado negro todo tipo de tráfico de drogas, se propicia el paso del consumo de marihuana a sustancias de más riesgo. Se cumple así la teoría de la escalada que se pretendía evitar.
Narcotráfico. La legalización, única manera de acabar con él, quitaría dinero y poder de las manos de las mafias y del crimen organizado que ahora explotan el negocio de las drogas justamente porque es ilegal.
Corrupción de los estados. Los enormes intereses económicos generados por la situación de ilegalidad, corrompen e implican con facilidad a los mismos aparatos estatales que deberían, teóricamente, luchar contra el narcotráfico.
Atentados contra los derechos civiles. Registros y detenciones sin autorización; intromisión en los domicilios privados; conculcación de los derechos individuales.
El argumento de la represión y la cárcel
Tiene que quedar claro siempre que el oponente, vista como vista sus argumentaciones, esta proponiendo meter gente en la cárcel. Algunos sólo meterían a quien comercia con grandes cantidades, otros a quien planta una maceta o, sencillamente, a quien se fuma un porro. Recordar los efectos reales, dramáticos, que tiene esta política en miles de personas. Ante las posibles respuestas del tipo «Hoy en día nadie va a la cárcel por fumarse un porro», hay que responder recordando que, en España, son detenidas más de sesenta mil personas al año acusadas de comerciar con cannabis (en EE.UU. hay 700.000 detenciones anuales), que vender 1.000 ptas. de hachís a un colega es delito y que hay fiscales que piden penas de prisión para quien ha plantado diez plantas en su jardín. Desde 1994, en los últimos 8 años, el número de detenidos se ha incrementado en más del 600%.
Los riesgos: pongamos las cosas en su sitio
No hay que defender que el uso de cannabis esté libre de riesgos. Esta línea de argumentación es fácilmente atacable. De lo que se trata es de exponer que no hay actividad humana libre de riesgos y mostrar cómo los asociados al cannabis son muy inferiores a cualquiera de los que la sociedad asume normalmente como perfectamente aceptables. En particular, los riesgos asociados al cannabis son ridículos comparados con los del alcohol o el tabaco.
Basta de especulaciones teóricas: El ejemplo holandés
Podemos especular sin límite sobre los efectos sociales que tendría una supuesta legalización que permitiera comprar y consumir marihuana a cualquier adulto, pero en este caso la especulación es baladí, pues el ejemplo holandés nos muestra, tras veinticinco años de práctica, los efectos reales de dicha legalización. En Holanda la venta de cannabis está legalizada ‘de facto’ desde hace veinticinco años. Pues bien: ni los índices de consumo se han disparado (siendo, de hecho, inferiores a los de países como Francia o EE.UU. donde las políticas son muy represivas al respecto), ni se ha producido ningún problema para la salud pública o la sociedad, como el propio gobierno holandés ha reconocido recientemente. Además, al separar los mercados de drogas blandas y drogas duras, han conseguido un descenso del numero de usuarios de estas últimas. España, por ejemplo, triplica el numero de heroinómanos de Holanda, y, en general, las cifras de consumo allí son inferiores a la media europea. Por otra parte, los usuarios pueden disponer de un producto de mayor calidad y sin adulterantes. Recomiendo acudir al artículo que publiqué en el numero 4 de la revista Cáñamo, «Experimento Holanda», comentando el informe del gobierno holandés sobre drogas.
El autocultivo como alternativa provisional a la prohibición.
El autocultivo permite a los usuarios autoabastecerse sin tener que depender de las redes de tráfico de hachís que enriquecen a las mafias y a las redes de corrupción estatales. También posibilita disponer de un producto sin adulterar, de mayor calidad y con menores riesgos para la salud. El hachís que circula en nuestro país, procedente de Marruecos en su mayor parte, está frecuentemente cortado con goma arábiga, clara de huevo, etc. Los productos de la combustión de estos adulterantes son, gracias a la actual política de defensa de la Salud Pública, mucho más dañinos que la marihuana.
El uso medicinal de la marihuana
Que la marihuana tenga una utilidad reconocida para aliviar los síntomas asociados a determinadas enfermedades, no es en si mismo un argumento para legalizar su uso, recreativo. Pero las repercusiones que la prohibición tiene en los enfermos si que sirven para exponer el absurdo cruel en que se fundamente la persecución del cannabis. Miles de pacientes en todo el mundo se ven condenados a tener que buscar en el mercado negro una sustancia que les ayuda a sobrellevar sus enfermedades y a ser criminalizados por ello, curiosamente en nombre de la Salud Pública.
Es mejor evitar los argumentos complejos.
No suele resultar práctico usar argumentaciones complicadas o que requieran de muchos conocimientos previos para ser entendidas. Los argumentos históricos suponen un arma de doble filo y sólo deben emplearse si se dominan bien. Resulta muy útil, si se tiene tiempo, mostrar cuáles eran los principios ideológicos de la prohibición, mostrando que tenían una base moral más que sanitaria. También se puede hacer ver que muchos de los problemas actuales no existían antes de la prohibición porque es ésta quien los ha generado. Por el contrario, algunos oyentes pueden pensar que hablar del pasado es absurdo y que las discusiones al respecto son puramente académicas. Se les puede recordar que, según una célebre frase, quien no aprende de la historia está condenado a repetirla.
Conozcamos las razones (o sinrazones) de los adversarios.
Para vencer al enemigo hay que conocerlo. Hay que tener interiorizados sus argumentos, a fin de poder detectar las falacias bajo cualquiera de sus formas y tener preparadas las respuestas pertinentes. Sin pretender ser exhaustivo, el siguiente es una breve resumen que puede servir de recordatorio a los argumentos esenciales usados para mantener la prohibición.
El consumo de cannabis tiene asociados graves problemas de salud.
Los grandes informes sobre el cannabis, la experiencia de millones de consumidores y el ejemplo holandés, desmienten eso. Los riesgos son menores y en ningún caso justifican los métodos represivos actuales.
El cannabis propicia la escalada a drogas más fuertes.
La experiencia holandesa desmiente este hecho. Por otra parte, lo que sí favorece la escalada es la desinformación, el tratamiento de todas las drogas por igual y la ilegalización, que crea un mercado negro único para muchas de las drogas prohibidas.
Síndrome amotivacional
Ninguna base científica. Los estudios antropológicos lo desmienten y los ejemplos aducidos normalmente no demuestran ninguna relación de causa-efecto.
Serían más peligrosas las calles y las carreteras
Dos razonamientos:
La supuesta peligrosidad iría, en cualquier caso, asociada a los índices de consumo, no a su situación de legalidad o ilegalidad. Ya hemos comentado que la experiencia demuestra que la legalización no conlleva un incremento notable del consumo ni, a su vez, la prohibición equivale (todo lo contrario) a una reducción del uso.
Por otra parte, estudios sobre conducción y cannabis encargados por las autoridades de tráfico de Australia, Gran Bretaña o Francia, entre otros, muestran que no hay relación entre el consumo y la siniestralidad y que, de hecho, los conductores que han fumado cannabis se muestran más prudentes en la conducción.
Con las drogas legales ya es suficiente.
La principal falacia de este argumento es que, como se ha visto, prohibir una droga no implica que desaparezca o que deje de usarse, sino que se generan problemas nuevos que antes no existían. Cuando se intentó prohibir el alcohol, durante la Ley Seca, también resultó peor el remedio que la enfermedad.
No hay que evadirse de la realidad y para divertirse no hacen falta drogas.
Discutir sobre si es necesario o no el uso de cannabis es una perdida de tiempo. Por supuesto que nadie necesita fumar marihuana, cómo nadie necesita ver la tele, ir al fútbol o escuchar a Bach. Se trata, pura y simplemente, de una cuestión de libre elección. Para defender su legalización ni siquiera es necesario consumirla. No se trata de que nos guste o no lo que alguien toma o deja de tomar, sino de defender su derecho a hacerlo sin intromisiones inútiles y crueles del estado.
El consumo aumentaría inevitablemente.
Falso. La experiencia holandesa lo desmiente. Además, la prohibición incrementa la atracción de los sectores más jóvenes. En cualquier caso, si aumentaría con la legalización es especular, que con la prohibición aumenta es un hecho.
El cannabis provoca dependencia.
No existe dependencia fisiológica por consumo de cannabis.
Por lo que respecta a la potencial dependencia psicológica, hay que poner en cuestión el concepto en sí. ¿A qué nos referimos? Cualquier actividad que nos guste o resulte placentera generará un vinculo psicológico: sea el sexo, el fútbol o los culebrones, lo cierto es que cuando algo agrada se tiende a repetirlo. Pero la experiencia demuestra, y todos los grandes estudios lo avalan, que la inmensa mayoría de usuarios usan de la marihuana de manera no compulsiva, y, en muchísimos casos de forma discontinua y esporádica.
Todos los estudios sitúan el potencial adictivo del cannabis muy por debajo del alcohol, el tabaco o incluso el café
Tenemos que proteger a los niños y a los jóvenes.
No es una buena ayuda tergiversar los hechos con el fin de asustar, creando con ello una atracción artificial hacia lo prohibido. Tampoco es una buena ayuda dejar en manos del mercado negro los controles de adulteración y de pureza.
Asimismo, en una situación de prohibición, son los más jóvenes quienes tienen más fácil acceso a lo prohibido, según muestran todas las encuestas. Además, en los ambientes juveniles es donde más difícilmente puede infiltrarse la policía y, por tanto, es un sector de la población muy seguro para los vendedores del mercado negro.
La utilidad terapéutica del cannabis no está suficientemente demostrada
Las propiedades medicinales del cannabis están documentadas desde hace miles de años, y se han venido usando en farmacia hasta bien entrado el siglo XX. Además, la situación de prohibición ha dificultado la realización de estudios formales. Por último, ante el testimonio de un enfermo que se dice aliviado fumando marihuana, el resto de especulaciones son dilaciones crueles.
7. Seamos razonables: busquemos puntos de acuerdo con nuestro oponente.
Es importante demostrar que se entiende la postura del contrario aunque discrepemos de ella radicalmente. No hay que aparecer como fanáticos o chiflados anclados a filosofías existenciales extrañas. Hay que hacer entender que desde la racionalidad, la objetividad y el conocimiento de los datos no viciado por los prejuicios, la conclusión es inevitable: el cannabis no ha de estar prohibido.
8. Ser conscientes de la fuerza moral y ética de nuestros argumentos.
Ser razonables no quiere decir que tengamos que mostrarnos avergonzados o pidiendo tolerancia y comprensión. No estamos pidiendo limosna, sino defendiendo lo que es justo. Aunque desgraciadamente no sea un argumento muy en boga, se está defendiendo la libertad de elección del individuo contra la tutela de Papá-Estado que queriéndonos hacer un bien nos crea más problemas que los que intenta evitar. En consecuencia, son los prohibicionistas quienes tienen que explicar bajo qué argumentos se atreven a atacar nuestra libertad individual.
Además, al defender el fin de la prohibición, defendemos a las víctimas de la misma y arrebatamos el poder económico de las mafias y organizaciones criminales.
9. No hay que defender el uso de drogas.
Si es posible, no deberíamos mezclar en nuestras argumentaciones el cannabis con las otras drogas. Ciertas connotaciones, clichés y falsedades propiciadas por la propaganda oficial hace que a algunas personas se les disparen todas las alarmas cuando oyen hablar de cocaína, éxtasis, LSD, por no hablar de la heroína.
No es útil para modificar las opiniones de la gente en este tema hablar de cuánto ayudan las drogas a la realización personal, del autoconocimiento que proporcionan o de lo bien que van para salir de marcha. Sin renunciar a que la gente entienda que el uso de drogas, y sobre todo de cannabis, no se debe a una voluntad de huida o autodestrucción, es suficiente de entrada con mostrar que los remedios que el prohibicionismo propugna son peores que la enfermedad que dice remediar.
10. Que demuestren sus argumentaciones: dejemos al descubierto los mitos.
Algunos prohibicionistas tienen tendencia, en los debates, a mentir y a tergiversar los datos. Tanto si esta actitud es debida a la ignorancia como o a la mala fe, no debemos dejar que queden en el aire sin contestación. Así, por ejemplo, cuando alguien exponga como un hecho incontrovertible que el uso de marihuana genera violencia en quien la usa, debemos preguntar: «¿Cómo puede afirmar algo que ha sido sistemáticamente desmentido por todos los grandes estudios sobre la cuestión, que la experiencia diaria de millones de consumidores desmiente y que el ejemplo holandés, donde la marihuana se vende libremente desde hace 20 años muestra que es falso? ¿Puede citar el informe o el estudio en que se basa para realizar dicha afirmación?» Si, como es muy probable, nuestro interlocutor es incapaz de citar, de manera concreta, un estudio que haga referencia a su afirmación, nosotros debemos dejar constancia que el contrario está dando por sentadas cosas de las que no dispone pruebas y que la experiencia de millones de usuarios en todo el mundo niega.
Para terminar, quisiera animaros a debatir sin miedo sobre esta cuestión y a defender públicamente el fin de la absurda prohibición. Razones y argumentos nos sobran.
El Gobierno de Uruguay anunció ayer que está redactando una ley mediante la cual el Estado asumirá “el control estricto” de la producción y distribución de la marihuana en el país. La medida forma parte de otras 15 que el Ejecutivo aún está ultimando para combatir la inseguridad ciudadana. Aunque la principal preocupación del Gobierno es el tráfico y consumo de lo que se conoce como pasta base, con la legalización de la marihuana pretende restar un amplio margen de beneficio a los narcos.
El ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, encargado de anunciar ayer el plan, indicó que el Gobierno pretende fomentar un debate sobre el asunto en el país antes de enviar el proyecto de ley al Parlamento para su aprobación. «La prohibición de ciertas drogas, le está generando al país más problemas que la droga misma”, señaló.
Antes de dar ese paso, el Gobierno estudiará bien cuáles son las implicaciones internacionales que pueda generar la medida, de forma que Uruguay no sea acusado entre los países vecinos como “un centro de distribución de droga». Huidobro señaló que casi el 10% de los 3,3 millones de uruguayos ha consumido en algún momento marihuana.
La medida ha sido cuestionada por la oposición, que considera que solo agravaría el consumo de estupefacientes o que es una forma errónea de atacar el problema de la inseguridad. El opositor Partido Colorado, con el apoyo de algunos miembros del también opositor Partido Nacional, ha presentado este año unas 367.000 firmas al Parlamento para convocar a un referéndum con el que pretende bajar la edad de imputabilidad penal a los 16 años como medida contra la delincuencia juvenil.
Según un estudio realizado por las Naciones Unidas en 2010, casi uno de cada cuatro delitos cometidos por adolescentes recluidos en centros se menores en Uruguay estuvieron vinculados al consumo de alcohol o droga, o se cometieron para comprarlos.
Empieza la andadura la Federación de Asociaciones y Usuarios de Cannabis en Canarias. Con el propósito de reunir todas las asociaciones de usuarios de Cannabis de las islas Canarias, CANAFAC pretende luchar por una regularización del cultivo y uso del Cannabis, como lo dictan nuestros fines y estatutos.
Gran inauguración do “Local da XA!” e, como non podía ser doutro xeito, con información.
A partir das 7 da tarde do domingo 10 de xuño Eduardo López -Dudi-, neurocientífico membro da XA!, dará comezo as actividades informativas que iremos programando no local coa charla: “Alcol, Cannabis e Neuroprotección: Unha mistura habitual, un efecto paradóxico“.
Achégate a coñecer o novo punto de intercambio de coñecemento sobre sustancias psicoactivas en Compostela.
Estamos en Poza de Bar nº 9 bis – semisoto [Santiago de Compostela]. Como chegar.
Las organizaciones de usuarios y cultivadores de cannabis de Argentina, celebramos el avance del debate por la reforma de la ley 23.737 en la Cámara de Diputados de la Nación y pedimos nuevamente que la misma nos garantice a quienes usamos cannabis y lo cultivamos en nuestras casas, no ser más detenidos ni procesados penalmente hasta que logramos demostrar que lo que cultivamos y tenemos es para nuestro consumo.
En este sentido, y si bien no dejamos de pedir por la regulación total del acceso al cannabis para sus diversos usos, hacemos público nuestro apoyo al proyecto de reforma acordado por los diputados Diana Conti (FpV), Ricardo Gil Lavedra (UCR) y Victoria Donda (FAP), en la medida en la que especifique claramente en los incisos A y B del artículo 5 -de la actual ley- que el único cultivo penalizado es aquel «con fines de comercio», y así nos brinden la garantía de que no allanarán nuestros domicilios ni nos llevarán detenidos por tener o cultivar nuestra marihuana si primero no tienen pruebas de comercio.
Esta modificación no es menor, ya que de continuar penalizando abiertamente el cultivo -más allá de su finalidad- y despenalizándolo recién cuando surge que es para consumo personal, la ley seguirá promoviendo que allanen nuestras casas, nos detengan y nos procesen penalmente violando nuestros derechos, arruinando nuestras familias y futuro.
Asimismo, celebramos que en dicho acuerdo se termine con la criminalización del consumo en la vía pública (artículo 12) y se revierta la carga probatoria a la hora de penalizar la simple tenencia de drogas (artículo 14), exigiendo a los jueces y fiscales que cumplan con su trabajo, es decir, reunir pruebas de un fin distinto al consumo antes de detenernos por tener drogas. También creemos que es un avance la despenalización de la tenencia de las semillas que nos permiten llevar adelante el autocultivo, aunque no dejamos de señalar que aún queda pendiente la regulación del acceso a las mismas.
Como organizaciones que defendemos los derechos hoy violados de un sector de la sociedad, pedimos que el Estado asuma su deber de trabajar para demostrar la existencia de un delito y deje de obligarnos a los ciudadanos a tener que demostrar nuestra inocencia con la excusa de la ineficiencia de las fuerzas policiales para reunir las pruebas de comercio que les corresponde. Somos ciudadanos usuarios de cannabis que reclamamos nuestro derecho de tener y cultivar la marihuana que consumimos sin que el Estado nos criminalicen por ello.
Agrupacion Agricultores Cannabicos Argentinos (AACA) Agrupación de Cannabicultores de Mendoza (ACM) Agrupación Cannabicultora de Zona Sur (ACZS) Agrupación Cannábica La Plata (ACaLP) Agrupación Cannabicultora Villa Gesell Agrupación de Cannabicultores del Oeste (ACO) Agrupación Marplatense de Cannabicultores (AMC) Asociación Cannabica Buenos Aires (ACaBA) Asociación Rosarina de Estudios Culturales (AREC) Centro de Estudios de la Cultura Cannabica (CECCa) Cogollos Córdoba Asociación Edith Moreno Cogollos del Oeste Cultura Cannábica La Rioja Organización Cannábica Bariloche (OCB) Organización Cannábica de Jujuy
España es el país europeo dónde se consume más marihuana, pero la ley que rige la tenencia de cannabis en el domicilio particular continua siendo ambigua, ya que no especifica cuantas plantas se pueden cultivar en casa.
Repor conoce esta semana a Fernanda de la Figuera, conocida como la “abuela porreta”. Tiene 69 años y lleva media vida reivindicando la legalización de la marihuana en nuestro país. En su casa cultiva decenas de plantas cannábicas, y nos dice que son para su propio consumo. Con ellas, además de fumarlas, se prepara desde infusiones a pasteles de marihuana.
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